sábado, 26 de mayo de 2012

Huerque Mapu - HUERQUE MAPU Vol. 2


Huerque Mapu
HUERQUE MAPU Vol. 2

Probablemente no debería ser yo el que escriba estas líneas.
Los intérpretes han incluido en la placa un tema mío y por añadidura somos amigos, aparte que hemos emprendido juntos una empresa artística que tal vez ya esté concretada a la hora de aparecer el long play. Pero también, o vez, éstas sean razones que, miradas del revés, en lugar de desvirtuarlas, justifiquen mis palabras.
Porque para escuchar Huerque Mapu -al menos esto me sucedió a mí- hay que adoptar una postura previa de "apertura".
En lengua mapuche, Huerque Mapu significa "Mensajeros de la tierra". Eso me recuerda el nombre de cierto conjunto chileno, "Los Curacas" (mediadores entre el pueblo y el Inca), que yo conocí y escuché en Santiago y que, lo mismo que Huerque Mapu, junto a una sensibilidad de lo latinoamericano en general, cifraban su preocupación más inmediata en el "mensaje" o contenido de sus canciones. Esta parece ser la impronta más frecuente y por lo tanto la más notable en los nuevos conjuntos de raíz "folk" en el cono Sur. Y juntos con esta primera preocupación que anoto, los Huerque Mapu, en su caso, asumen la tarea difícil de recrear el sonido a base de instrumentos indígenas, caso del "Aria célebre" de Bach, que ha sido ejecutada con una quena, por momentos, al oírla, se cree estar escuchando una voz de mujer o un clarinete.
Tuve ocasión, además, de asistir a una sesión de grabación y durante algunas horas comprobé la profunda dedicación de cada intérprete, su esmero por lograr el "clima", el "sonido" apropiado, en cada caso, muchas veces a base de grabar cada tema por fragmentos, para luego "montarlos". Si este procedimiento que acabo de mencionar contribuye a lograr una perfección mayor, también suele ir en desmedro del "vigor", del calor necesario que sólo aparecen con el pleno riesgo de "tocar para siempre". En el caso de Huerque Mapu, si por momentos se aprecia esta suerte de "frialdad", ello ha de atribuirse a la actitud casi mística que el conjunto adopte frente a cada ejecución.
Habría muchas más cosas que decir al respecto, otras razones para aportar, porque en esa voluntad de perfección, sobrenadan otras motivaciones y anhelos: el amor a lo bello por sobre el auto-aprecio, la certeza de un deber por sobre el propósito de lucir mejor, y en general, porque puede considerarse a Huerque Mapu como un conjunto de cámara abordando la temática popular, con todos sus riesgos, entre ellos el de rimar un contrapunto de quena y tiple con el bajo continuo de un violoncello. Y porque se trata de músicos vocacionales pero también académicos, de instrumentistas lúcidos pero también de "nuestro tiempo", que en "lo popular" han hallado la cifra, el módulo ordenador de aquella vocación.
Para ejemplificar mejor esto que afirmo voy a mencionar un hecho: cuando estuve presente en aquella sesión de grabación referida, Hebe Rosell, acababa de grabar la primera voz del tema "Lautaro" (tal vez de lo más hermoso así como también de lo más "extraño" del disco) y Ricarpo Munich agregaba la segunda voz en play back, mientras la propia Hebe, desde la sala de control, dirigía la selección de tomas, a través del intercomunicador, con la precisión de un ténico, pero también con la incanjeable sensibilidad de un artista. Yo no la conocía. Esteba sentada frente a la mesa de control y cuando fuimos presentados pude ver que estaba embarazada (su niño nació apenas unas horas después de finalizada la grabación del disco). Y quedé sorprendido cuando además la escuché cantar, palpando a su Juan por sobre el vientre abultado, haciendo ese esfuerzo con el corto resuello disponible. Más allá de los resultados obtenidos -aquí está el disco- pienso yo que sólo una profunda vocación y entrega son capaces de poner a una mujer-artista frente a sus obligaciones, con el asentimiento de la mujer-madre, en una situación límite (el niño bien pudo nacer en el estudio). Y señalo esta circunstancia porque en la actitud de Hebe Rosell frente a la música que realiza Huerque Mapu, está simbolizada la actitud de todo el quintento frente a su propia creación, su profesión, su tarea.
Por último y si se me permite elegir, recomiendo especialmente "Fiesta Aimara", "La Bayana", "El Pampino" y "Adagio en mi país". Con respecto a estos dos últimos, debo agregar que tal vez resulte algo dura la pronunciación de Tacún en "El Pampino" (este cantante proviene de un elenco "beat"), pero por sobre tal obstáculo, triunfan su voz y su ardor en la entrega de ese notable fragmento de "Santa María de Iquique". Con respecto al "Adagio en mi País", no puedo sino decir que Huerque Mapu logró emocionarme al punto de olvidar que se trata de un tema "mío"; tal es la forma particular que lograron darle y la manifiesta decisión de hacerlo "suyo" y entregarlo, tal como todo el resto de lo que cantan o ejecutan. Ese es su mérito principal. Gracias, en lo personal, a Huerque Mapu, y gracias al lector por habernos seguido hasta aquí. Huerque Mapu merecía algo más que esta aburrida presentación y usted merece volver a escuchar el disco, si ya lo ha hecho. Si no lo hizo, ponga el máximo de atención.
Está usted frente a uno de los mejores conjuntos argentinos del momento.

ALFREDO ZITARROSA


Huerque Mapu
HUERQUE MAPU Vol. 2
TONODISC TON - 1081 ESTEREO
1974

01. VOLVER A LOS 17 - Violeta Parra
02. ASI ES TODO LO QUE VES - Juan Gelman, Lucio Navarro sobre coplas anónimas
03. ARIA CELEBRE - J. S. Bach
04. SIMON BOLlVAR - Rubén Lena, Contreras
05. NAVIDAD NEGRA - Folklore negro del Perú
06. EL PAMPINO - Luis Advis
07. DEJA DE LLORAR - José Jesús Oyola
08. FIESTA AIMARA - Anónimo
09. LAUTARO - Tacun Lazarte
10. LA BAYANA - Manuel Picón
11. ADAGIO EN MI PAIS - Alfredo Zitarrosa

http://www.mediafire.com/?9pu938253649d

Aporte de Horacio Cortés

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