viernes, 1 de enero de 2021

Osiris Rodríguez Castillos






Osiris Rodríguez Castillos (Montevideo, 21 de julio de 1925 — 10 de octubre de 1996) fue un poeta, escritor, investigador, compositor, cantante, instrumentista y luthier de Uruguay. Está considerado como uno de los pilares del folclore de su país.

Producto de una familia especialmente interesada por la cultura, la música en general y la educación de sus hijos en particular, y con un interés primordial por la historia, la historia del arte, la lingüística y la literatura, tempranamente se interesó por las raíces de la música autóctona. Siendo un niño, su familia se trasladaría a Sarandí del Yí (Durazno), donde pasaría su infancia, y más tarde a Florida, donde cursaría los primeros años de sus estudios secundarios que luego continuaría en el Liceo Francés de Montevideo, pero que nunca terminaría. Curioso y ávido de experimentar la vida, durante su juventud llevó una vida casi nómade recorriendo lugares y experimentando vivencias que fueron la médula de su obra.

Lector voraz, creativo y perfeccionista, recibe muy temprano premios destacados por poemas como "Romance al General Brigadier Juan Antonio Lavalleja", por el que obtiene una medalla de oro en 1953.

En 1973 Juan María Bordaberry había decretado la disolución de las Cámaras y la instalación de un Consejo de Estado. Revocados los gobiernos departamentales e intervenidos los Entes Autónomos, se había ilegalizado la Convención Nacional de Trabajadores, apresado a sus dirigentes, y habían caído los primeros estudiantes muertos por la represión dictatorial. Había comenzado así un absoluto control de todos los aspectos de la vida de los ciudadanos, incluso en áreas que no se relacionaban con el terreno político: destituciones de docentes, clausura de los institutos de formación docente y a continuación la intervención de la Universidad de la República, que dio inicio a la consabida y brutal represión que configuró este período.
La cultura se vio afectada con una violenta y descabellada censura de la prensa y la persecución de periodistas y escritores. Osiris Rodríguez Castillos había compuesto, en 1959, 'Cielo de los tupamaros', que fuera prohibida en Argentina y Uruguay por vinculársela con el movimiento guerrillero MLN-T, a pesar de que habla de la revolución de 1811 y el Grito de Asencio y fue compuesta antes de la fundación de ese movimiento. Por otra parte, en sus canciones se trasluce un mensaje reivindicativo y de crítica a la situación social y política de esos años; además de haberse significado con toda transparencia en el recién fundado Frente Amplio de las izquierdas uruguayas

A pesar de la enorme presión y de las frecuentes inspecciones militares en su casa, a diferencia de otros compatriotas, Osiris Rodríguez Castillos fue un exiliado tardío. Su idea era que no consiguieran expulsarle de su país por muchos padecimientos económicos y morales que le pudieran infringir. La dictadura militar le impide realizar presentaciones y difusión de sus obras, debido a su compromiso político, y tiene que sobrevivir dando clases de guitarra en su casa de Montevideo. Entre los años 1974 y 1977 queda relegado al ámbito privado. Para su espíritu creativo esto se vuelve insuficiente, lo que funciona como acicate para desarrollar una antigua sed: dedicarse a la investigación y el estudio de la guitarra en profundidad. Crea un nuevo "Método para guitarristas", de ejercitación de la mano derecha, e indaga en una posible reestructuración física del instrumento, buscando lograr el perfeccionamiento de la emisión del sonido. Lo registra bajo el nombre "Nueva Guitarra": construye "la Osiris", de la que, presumiblemente, sólo existen tres en todo el mundo.
A fines de 1978 realiza, con enormes dificultades de producción y considerable riesgo personal, dos recitales: en el Teatro del Notariado y en el Teatro del Centro, de Montevideo, que resultan ser llenos abrumadores, prácticamente con la única difusión del boca a boca. Pero la realidad es que continúa en la lista negra del gobierno de facto, y entonces comienza a plantearse un posible exilio. En enero de 1980 edita los cuentos "Las nuevas aventuras del gaucho Alambre" y, al fin, desesperanzado, emprende un exilio voluntario y silencioso a Madrid, adonde vive durante catorce años, desde el 6 de enero de 1981. Allí, en un piso de Arturo Soria, trabaja incansablemente en la construcción de su guitarra, buscando el reencuentro "con ese sonido dulce parecido al del laúd..."
En España resulta finalista entre más de 800 participantes en el "VII premio Literario de Narraciones Breves Antonio Machado"; el cuento premiado es editado junto con los de otros autores en un volumen denominado "Tú, Guiomar y otros relatos", en el año 1983. Años después, llegada la democracia a su país, vuelve a Uruguay invitado por el Movimiento 26 de Marzo. Forma parte de sus listas, y realiza un largo viaje por todo el interior del país explicando las razones históricas y personales que le llevan a su candidatura testimonial a diputado. De regreso en Madrid, basándose en el discurso de la campaña, empieza a trabajar en un ensayo inédito sobre historia política del Uruguay: "El libro del discurso".
En 1993 regresa a Uruguay definitivamente y ese mismo año le es otorgada una "pensión graciable", pequeña pensión que se otorga, por aprobación del Senado de la República, a personalidades de gran significación cultural.1 Se desempeña en tareas de investigación en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y continúa trabajando en su ensayo sobre historia política. Pero en la madrugada del 5 de octubre de 1996, a los 73 años, un aneurisma de aorta lo hiere de muerte. Cinco días después, sin salir de un coma profundo, muere en un hospital público de Montevideo. Luego de un velatorio multitudinario fue incinerado y sus cenizas fueron vertidas en el río Yí en una ceremonia familiar emotiva, sobria y silenciosa.

Existió un momento de proyección abrumadora de la música de raíz folclórica, llegada de la Argentina y otros países latinoamericanos, que amenazó con desplazar a la música uruguaya. Osiris Rodríguez Castillos había hecho abstracción de esta tendencia en todos los momentos, y aunando sus profundos conocimientos musicales, sus abundantes recursos poéticos y su afán de historiador, su obra consolidó (y se consolidó) estos años prologales. Arrancó del olvido un género sencillo y elocuente: el cielito. Nadie había compuesto un cielito en su país desde la época de Bartolomé Hidalgo, doscientos años antes del nacimiento del artista.
Su obra irradió su influencia fuera de las fronteras del Uruguay, integrando el repertorio de destacados artistas internacionales, siendo interpretado, entre otros, por Orlando Vera Cruz, Eduardo Falú, Jorge Cafrune, Carlos Di Fulvio y José Larralde, quienes grabaron versiones de algunas de sus canciones, así como muchos intérpretes uruguayos, entre ellos Amalia de la Vega, Santiago Chalar y Alfredo Zitarrosa. Asimismo, Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat interpretaron ocasionalmente algunas de ellas, pero sin registrarlas en ninguna obra discográfica.
En su obra musical se destacan canciones como Camino de los quileros, Décimas a Jacinto Luna, De Corrales a Tranqueras, Corrales de Algorta, El cisne negro, Gurí pescador, De tiempo adentro, Tata Juancho, Como yo lo siento, etc. Su poema más difundido es el Romance del Malevo. Con Eduardo Falú, a quien le unía una sincera amistad, compuso la letra de una única zamba, que jamás grabaría: Tiempo del Jacarandá.

Su primer libro, Grillo Nochero, es editado en 1955, y en 1957 edita 1904 Luna roja, un extenso poema dramático sobre la revolución saravista y la muerte del caudillo oriental Aparicio Saravia, el cual recibió el Premio "Ministerio de Instrucción Pública".6 Su recopilación de cuentos titulada Entierro de Carnaval, fue editada en 1960, y llegó a traducirse a varios idiomas, incluido el alemán y el japonés.
En esos años comienza sus estudios con el maestro Atilio Rapat, y en 1962 tiene lugar la edición de su primer LP, titulado Poemas y Canciones Orientales.
En 1963 sale al público Cantos del Norte y del Sur, lanzado por el sello Antar, y es nombrado miembro asesor de la Junta Continental de Investigación del Habla Popular Latinoamericana. Edita también un disco doble (EP), Canción para mi río, con temas inéditos.
En 1964 viaja a Washington, E.U.A.; invitado a realizar recitales, estuvo como jurado y grabó para radio y televisión. A su regreso participó en sus Charlas de fogón, en el canal 4 de Montevideo.
En 1966 sale su segundo LP, para el sello RCA Victor, titulado El Forastero. Realiza recitales en todo el país y en parte de la Argentina, conferencias en museos, bibliotecas y universidades, su nombre es reconocido en todo el Río de la Plata, en ámbitos de corte cultural y universitario.
En 1969 graba, en los estudios Ion de la ciudad de Buenos Aires, su tercer disco larga duración, que es editado en Uruguay, con el título de tapa Osiris Rodríguez Castillos, vol. 3, que es editado por el sello De la Planta.
En 1970 Ariel Ramírez, presidente del Directorio de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), lo convoca a Buenos Aires para que ofrezca una serie de conferencias sobre la "Identidad social del gaucho". Ese mismo año se edita su cuarto LP, Cimarrones.
En 1974 edita el LP Pájaros de piedra, con dos versiones diferentes, una en Montevideo y otra en Buenos Aires, esta última dedicada especialmente al público argentino. Las grabaciones originales, así como las del disco anterior, se realizan en los estudios Sondor de Montevideo.


Un Busto le recuerda en forma perenne en el Parque de la Hispanidad. Sus cenizas al morir, fueron arrojadas a las aguas del río en Sarandí del Yi donde vivió gran parte de su infancia. Hay un proyecto sin respuesta para designar con su nombre el puente sobre el Yi en la Ruta 6. Este 21 de julio se cumplen 96 años de su nacimiento y nos parece oportuno reproducir la nota que sigue sobre Osiris Rodríguez Castillo, un escritor impresionante y una referencia para la música sudamericana. 

En el contexto actual y anterior de la música popular uruguaya o canto popular  siempre se encasillo a su persona artística en la corriente  popular del canto, pero sin embargo el  fue un fiel reflejo de la canción folclórica americana.

Dueño de un estilo único e irrepetible que impresiono a muchísimos artistas de aquella época y aun hoy sigue  vigente, Osiris fue un reflejo de cómo la tierra se vuelve parte de uno aun conteniendo la distancia y el olvido , su voz su música y sus estudios dejaron su recuerdo establecido(su muerte ,de la cual el pasado 10 de octubre se cumplieron 22 años sigue estando en el ostracismo y pocos medios casi ninguno se hizo eco o recordación)pero mas que nada a quedado la obra de ese artista que fue de los más completos del folclore uruguayo popular.

Fue luthier (invento una guitarra la OSIRIS y una forma de estudio),fue artesano y dibujante(para la portada de su disco PAJAROS DE PIEDRA hizo sobre el piso con piedras el dibujo de un pájaro con las alas abiertas y le saco fotografías que hicieron de portada de dicho álbum), músico, poeta, compositor, perfecciono su estilo hasta puntos insospechados(hasta hace poco tiempo se descubrieron grabaciones que contienen versiones de anteriores temas con un tratamiento diferente con un logro asombroso para quienes han tenido el privilegio de escucharlas)arrogante y vanidoso como muchos le retrataron ,era dueño de una sensibilidad poética y visual al mirar o descubrir paisajes o momentos de la vida del ser humano.

Esto que ustedes leerán a continuación pretende ser un acercamiento al gran artista folclórico que fue y seguirá siendo Don Osiris Rodríguez Castillo. 

Como esta lluvia mansa que cae al campo
Cuando me vuelvo nube no llevo barro.
Suelo hacerme rocío sobre los pastos
Ni el perfume me llevo cuando levanto
Suelo cambiar de nombre  según los años
Arroyo que la seca transforma en charcos
A veces ando mucho y otras me estanco
Mirada azul que el cielo pierde en el llano.
Soy a veces silencio y a veces canto
Modos de ser  el agua y este paisano
Pero eso si sufrido de andar penando
Cuando me vuelvo nube no llevo barro.
(O. R. Castillo-Como esta lluvia mansa).

Osiris Rodríguez Castillo nació un 21 de julio de 1925 en Montevideo al poco tiempo la familia se trasladaría a Sarandi del Yi en el departamento de Durazno donde pasaría su infancia en contacto con el rió y la naturaleza campestre. A los 6 años empieza a estudiar piano con el profesor Piera que viajaba una vez por semana desde Florida para enseñarle, en el estudio del piano que lo termina a los 14 años llega a lograr el profesorado superior. A los 8 años compone sus primeros poemas ,termina la escuela a los 11 y empieza secundaria en el liceo de FLORIDA. “una tarde que con su Padre  y como casi todos los días, el niño vuelve de pescar y como siempre se trae recuerdos guardados esos secretos ruidos del monte……y al llegar a los aledaños del pueblo, se encuentra con algo desconocido: una guitarra. Senti una emoción  dolorosa al escuchar aquel valsecito que se andaba ahí tembloroso y del que no me podía despegar….” Estudia guitarra con Atilio Rapat y aquí viene una contradicción que es necesaria aclarar, mientras que en los estudios realizados por Pellegrino (País cultural 495) ,Barilari y Capagorry (aquí se canta ) y Mary Ríos(guía de la música uruguaya) se establece que Osiris había estudiado con Antonio Pereira Arias ( profesor de Numa Moarés) en una entrevista realizada a Numa el 15 de agosto nos dice :”mira el estudio con Rapat , nunca me quedo claro si  estudio con Pereira .Pereira me dijo que si había estudiado y Osiris me dijo que el nunca había estudiado con Pereira si estudio con Rapat……”.

A finales del 30 la familia regresa a Montevideo y empieza a estudiar en el Liceo Francés, cumple el servicio Militar y abandona el Liceo para rumbear para la frontera de este nuevo rumbo dijo:

“Como hombre joven y libre, he sido aventurero. En mi casa  no podían darme más de lo que me dieron, cuando decidí  irme me querían retener lógicamente pero yo no veía más horizonte al lado de mis padres….me fui para el Norte”.

Le llaman los quileros, frecuentan la frontera nordeste contrabandeando de a kilos la esperanza. El camino de los quileros no es muy largo pero puede llevar una vida recorrerlo. 

Hay un camino en mi tierra/ del pobre que va por pan/camino de los quileros /por la sierra de Aceguá/tal vez sin ser bien baqueano/cualquiera lo a de encontrar/pues tiene el pecho de piedra/pero el corazón de pan…….Camino de los quileros.
( O.R.Castillo). 

“Viví dos años enteramente a caballo, sin dormir en una cama….anduve peonando en Rio grande del Sur…Desde gurí me había hecho jinete….”De su etapa fronteriza a Carmelo donde se establecería y casaría con Imasul Botello, de esa unión nacería Federico.

Tuvo varios trabajos desde tocar jazz en el Casino hasta trabajar en un astillero, metalúrgico, tallar la madera, trabajar el cuero y otros oficios más. En  la década del 50 por radio rural empieza a decir sus versos en un programa que se llamaba ”Un poeta oriental dice sus versos”. 

Siempre quise tener un perro como la gente y al fin el tiempo y la esperanza me dieron uno, pero bien mirado era hombre de pocas pulgas el Malevo. Yo no atrancaba la puerta de mi rancho ni durmiendo pa que si del lado de afuera por malo que fuese el tiempo, enrejaba de colmillos el coraje de perro, cimarrón , medio atigrado lo halle perdido en las sierras boqueando de agusanado, malo como manga de piedras…….
(Romance del Malevo – O . R. Castillo).

En 1953 recibe la medalla de oro a la poesía épica por su “Romance al General Lavalleja “, dos años después edita su primer libro “GRILLO NOCHERO”. Trabaja en radio Carve junto a Amalia de la Vega  en un programa titulado “bajo las luces de kolynos”. En 1957 edita “1904 LUNA ROJA” que contenía  poesías de su niñez  y las “Décimas a Jacinto Luna” una de sus primeras canciones. ”No me parece que la elaboración fría, sistemática de la poesía sea una meta. Cuando dejo de escribir en el momento que tomo mate, soy un paisano más. Toda mi escuela es asombrarme ver las cosas por primera vez. Yo podría verlas cien veces y cada vez podría escribir  sobre ellas algo distinto…” dijo en una entrevista realizada por Schubert Flores.

En 1961 edita “Entierro de Carnaval“ libro de cuentos que llego a traducirse al alemán.

En 1962 graba lo que sería su primer LP titulado
“Poemas y Canciones Orientales “.  

No venga a tasarme el campo
Con ojos de forastero
Porque no es como aparenta
Sino como yo lo siento
Yo soy cardo de estos llanos
Totoral de esos esteros
Ñapindá de aquellos montes
Piedra mora de mi cerro
Y no va creer si le digo, que hace poco lo comprendo… Como yo lo siento –(O. R. CASTILLO).

En 1963 salió al publico “Cantos del norte y del Sur “y es nombrado miembro asesor de la junta continental de investigación del habla popular latinoamericano. En 1964 viaja a Washington  invitado a realizar recitales, estuvo como jurado y grabo para radio y televisión. Cuando regreso ocurrieron sus “Charlas de fogón “en el canal 4.

En  1966 sale su segundo LP para el sello RCA Víctor titulado “El Forastero”:

No es fácil que me pregunten pa ande voy ni ande vengo, me ven aflojar la cincha manear, prender el cabresto y ya me quedan bombeando cavilosos y en silencio. Calculan  por la mirada que debo venir de lejos por el estado del caballo no, porque no galopeo mas bien me gusta andar  al trote chasquero , galopee mucho una vez llegue tarde lo mesmo. Mis señas son las de tantos, solo que visto de negro y llevo el luto crecido en el facón y en el pelo. Dicen que tengo unos ojos toldados que nunca llovieron y que agatitas se ven relampaguear  cuando quiebro el ala de mi chambergo, de ahí que solo en la mirada sepan que vengo de lejos. El paisanaje me mira desconfiao  mientras maneo……El forastero  

R. Castillo. Realiza recitales en todo el país  y en parte de la Argentina , conferencias en Museos , Bibliotecas y Universidades, su nombre ya es reconocido en todo el Rió de la Plata. Se casa por segunda vez y de ese matrimonio nace Maria del Pilar. En  1970 Ariel Ramírez  presidente de SADAYC lo invita a dar conferencias sobre la Identidad Social del Gaucho. Aparece su tercer disco “CIMARRONES” y se empieza a dedicar de lleno a la guitarra y crea un nuevo método de estudio de la mano derecha. Registra bajo el nombre  “Nueva Guitarra”una reestructura del instrumento que busca lograr el perfeccionamiento del sonido.
En 1974 edita el LP “PAJAROS DE PIEDRA” con las dificultades de un quiebre constitucional en el país, del 74  al 77 no realiza ningún recital solo a fines del 78 realiza dos recitales en el teatro del Notariado y en el del Centro.

En Enero de 1980 edita los cuentos “Las Aventuras del Gaucho Alambre”. En 1981 se exilia en España, (Madrid) y funda su taller para la Investigación del Sonido de la guitarra y crea la OSIRIS, de esa creación dijo: “Quería  reencontrarme con ese sonido dulce parecido al del laúd, con el tiempo lo conseguí”. Empieza a escribir  y termina “El libro de las cosas” que nunca vio la luz pública. Resulta  finalista entre más de 800 en el VII premio  Literario  de Narraciones Breves. Regresa a Uruguay y hace una gira por el Interior del país.

En el 90 hace un ensayo que tampoco es editado que se llamaba “El Libro del discurso”. Regresa definitivamente al país en 1992 y en 1994 se desempeña en tareas de investigación en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional.

En setiembre de ese año la editorial Fin de Siglo reedita por novena vez el libro “Grillo Nochero”. En Noviembre de ese año en la ciudad de Colón en Argentina la Federación de Entidades Culturales y Tradicionalistas de Entre Ríos le rinde un homenaje.

Una espuela rota, un lazo ramaleado, una lanza olvidada entre las tijeras de una quincha y en toda guitarra, una milonga la más humilde, la más peona, la galponera. 

Le llaman la Galponera
Y es milonga de fogón
Que lo mismo vive a monte
Si le niegan el galpón
La arrastro la montonera
Cuando el llano corcovió
Y hubo un nudo de Orientales
Lanza, trabuco y facón……….
(La Galponera-O.R.Castillo). 

Esa misma noche del homenaje dijo en un reportaje que se le realizo: “Tenemos que reafirmar nuestra cultura, nuestra manera de ser y también ciertos principios que hoy parecen estar en retirada. Hay que insistir con esto y darle forma estética. Yo hace mucho que vengo luchando para que esto se haga realidad. Pero la gente se confunde mucho……” dijo además sobre otros artistas en ese mismo reportaje: “Porque solo hacen pequeñas canciones para ganar unos pesos: yo les llamo gana panes del arte. En Uruguay hay varios  cantores que están furiosos conmigo, yo digo que cada uno tiene que responsabilizarse de su vida  y obra yo he creado y alimentado de casualidad, no tengo ni casa en el Uruguay, no tengo nada….”

Vivió en los últimos tiempos  de su regreso en una pensión en la calle Gaboto 1634. El 6 de abril subió al escenario da la Rural del Prado tras varios años sin actuar en Uruguay, cuentan los que vieron ese recital que  se lo vio muy  entusiasmado y contento y hasta tenía varias propuestas por concretar.

El 10 de Octubre de 1996 la muerte lo llevo quizás a esa infancia que tanto añoró y recordó con alegría, se fue pero dejo lo más importante como dijo: la obra del artista insustituible. Nos quedamos con la palabra de un hombre que supo admirarlo y que sobre él dijo: “Junto conmigo, Violeta Parra y Osiris la canción telúrica del Cono Sur estaría  cubierta….” Atahualpa Yupanqui.

por Luis Alberto Melo

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