Mario
Arnedo Gallo,
“santiagueño
y bohemio”
Por
Antonio Rodríguez Villar
Fue
allá por 1950, en la peña “Achalay”, de Esmeralda 1040,
que conocí a Mario Arnedo Gallo, una de las glorias de la canción
folklórica argentina.
Tocaba
el piano y –cambiando a su bombo magistral “regalo de Luis
Billaud” –cantaba a dúo con otro santiagueño y autor de
lujo, Juan Carlos “Canqui” Chazarreta.
Por
razones de edad, se hizo primero amigo de mi hermano Emilio, “El
Negro”. El tiempo esmeriló la diferencia en años y recibí su
amistad generosa.
Me
cuesta escribir sobre Mario pues me corresponden las generales de la
ley. Me une un cariño muy hondo. Es tanto lo que compartimos y tan
grande la admiración y respeto que por él tengo como persona, como
fraterno amigo, como músico, como intérprete, como compositor y
como compañero y cómplice de mil anécdotas, que me es difícil
expresar con exactitud todo lo que significa para la Música Criolla.
Si
debiera sintetizar la personalidad de Mario Arnedo Gallo, diría
“santiagueño” y “bohemio”. Toda su obra y su
vida son espejos del hondo amor a su provincia y un vivir con
desprendimiento y absoluto desinterés por posesiones terrenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario