DON ATA
Tal vez su (primer) acto de rebeldá precoz haya sido reinvindicar el suelo de sus ancestros, mediante la solitaria decisión de trocar el Héctor Roberto Chavero natal por el inmortal Atahualpa Yupanquí. El primero de esos nombres homenajeaba sl último soberano del imperio incaico, muerto en 1533, sometido a consejo de guerra y estrangulado en prisión por conspirar contra el rey de España, entre otros cargos. El otro alude a una sentencia de los amautas en la lengua andina, que significa ''has de contar, narraras''. A esa edad se definia como un chico introvertido, timido, pobre y solitario. Vaya paradoja: poseía ya un bagaje cultural enorme, que en los setenta años posteriores volcaría como legado de sabiduría. Su infancia había transcurrido entre Pergamino (donde nacio el 31 de enero de 1908) y Tafí del Valle (Tucumán).
Aprendio las faenas rurales y los secretos del caballo. Conocio la guitarra gracias a los oficios de un cura, pero no sólo con el instrumento, sino como proongación de su filosofía de vida.
Descubrio la lectura a partir de unos volúmenes de la obra de Nietzsche que conservaba su padre. Y se transformo en ''ratón de biblioteca'' cuando apenas si era un peón panadero: con la ropa enharinada, con un talonario de telegramas para escribirlos del reves a modo de anotador, se desvelaba buceando los clásicos (Cervantes, Garcilaso) y apuntaba freneticamente todo cuanto le atraía de ellos, en la biblioteca del pueblo. Este superficial retrato de infancia lo ayudo a edificar su propia grandeza. Después llegarían los exilios (los internos y los urgentes), las prisiones y las torturas (sus carceleros le quebraron el índice de la mano derecha apoyando una maquina de escribir sobre ella y saltandole encima). Nunca lo doblegaron.
En París construyo su mito. Desde siempre fue el mayor folklorista del mundo. En 1989, cuando se celebro el bicenteario de la Revolución Francesa, le encargaron una cantata para celebrar el acontecimiento. A él, que ya había sido reconocido Caballero de las Artes y las Letras en Francia. En la Argentina, aún no había obtenido ningún rweconocimento: no hubiera sido coherente por parte de la estupidez de los dictadores de la cultura. Atahualpa no estba dolido por ese olvido, sino por cuestiones mas existenciales. ''Buenos Aires es una ciudad gringa que expulsa a sus hijos'', era una de las sentencias que lo desgarraba en silencio. Yupanqui no buscaba el éxito; simplemente, conquistaba la gloria. Su misión era despertar conciencias. Su ambición, que su canto se convirtiese en anónimo para que lo cantara el pueblo. Cada reencuentro con el, a través de una obra inagotable de mas de mil doscientos temas y una docena de libros, es un baño de sabiduría.
Este puñado de canciones que hoy ofrece el sello EMI, semienterradas pero vitales, intensas y vibrantes, sirven mas que cualquier retazo biográfico, incompleto y parcial. Ellas, como el resto de su obra, trasuntan un sentimiento de argetinidad que sobrevuela las histéricas modas del momento.
Con ellas Yupanqui (fallecido el 23 de mayo de 1992) vence a la muerte: son como hechas ayer mismo. Y Para siempre.
NORBERTO CHAB
Atahualpa Yupanqui
DON ATA
EMI 7243 5 28865 4 8
2000
01. Milonga surera - (Atahualpa Yupanqui) -
02. Me gusta andar - (Imperiale - Laine - Cuello - Chavero) -
03. Vidala del silencio - (Atahualpa Yupanqui) -
04. Llorona - (Atahualpa Yupanqui - José Padula - G. Coria Peñaloza ) -
05. El retorno - (Atahualpa Yupanqui) -
06. Aguatera del zanjón - (Atahualpa Yupanqui) -
07. Don Emiliano - (Pablo Del Cerro) -
08. Melodía del adiós y danza rústica - (Pablo Del Cerro - Atahualpa Yupanqui) -
09. Chacarera trunca - (Anónimo) -
10 La Juan Carreño - (Atahualpa Yupanqui) -
11. Gato santiagueño - (Julián Díaz - Benicio Díaz) -
12. Vidala del imposible - (J. Franco) -
13. Malaya hubiera un camino - (Romildo Risso - Atahualpa Yupanqui) -
14. La estancia vieja - (Atahualpa Yupanqui) -
15. Hilario Cuadros - (Atahualpa Yupanqui) -
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Aporte de JORGE LUIS ARGÜERO
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