miércoles, 19 de mayo de 2010

Raúl Shaw y Los Peregrinos - MUSICA DE BOLIVIA



Raúl Shaw y Los Peregrinos
MUSICA DE BOLIVIA

Un hombre puede llegar muy, pero muy arriba, merodeando a través de las antiguas calles de La Paz en busca de auténtica música boliviana.
Porque La Paz, la misteriosa ciudad con más de 500.000 habitantes, está situada a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, ubicación que la convierte de hecho en la ciudad más elevada del mundo.
También la música boliviana puede llegar muy arriba, y este disco de larga duración presenta -—-en la forma más entretenida, y dentro de un marco de rigurosa Alta Fidelidad— la espléndida orquesta de Raul Shaw con los refranes vocales cantados por Los Peregrinos. Son las mismas canciores que tararean los bolivianos de hoy día, las mismas que se escuchan en el bar del Sucre Palace, en el Maracaibo Club, o «El gallo de oro» y en los populares bistró de Milano.
A la vez que conducen su ganado a lo largo de los ventosos senderos de la meseta boliviana, tanto el indio como el mestizo llevan inconscientemente consigo una fascinadora herencia folklórica. Y hallan adecuada expresión para los cantos de la naturaleza y para los que hablan también de amor y felicidad. Buena parte de estos imponderables han sido captados en este álbum con el concurso de la orquesta de Raúl Shaw y de sus vocalistas, Los Peregrinos.
Los bolivianos se enorgullecen de descender de la más selecta sociedad colonial, procediendo de la esplendorosa Era de los Incas, antes de la llegada de Francisco Pizarro y de sus conquistadores españoles.
En muchas de las selecciones que integran esta colección se escucha el charango, característico instrumento del Altiplano, que está provisto de cinco cuerdas dobles y semeja bastante a una guitarra en miniatura, A modo de caja armónica se utiliza en el charango la caparazón de un armadillo y sólo se usa un dedo para pulsarlo.

Carátula: Fotocolor de una escena callejera boliviana.
Cortesía de Pan-Amerícan World Airways.

Raúl Shaw y Los Peregrinos
MUSICA DE BOLIVIA

01. PALMERAS. — Una polka boliviana. Voces apasionadas exigen a las palmeras que sean los únicos testigos de una emoción incontrolable.
02. DESILUSION. — Un taquirari de moderno origen, Aunque de estilo muy moderno, esta canción está inspirada por varios siglos de tradición. Los versos imploran afecto y ternura para un enamorado que se halla muy lejos de la amada.
03. POLLERITA. — Un típico huayno. Compuesto por Raúl Shaw, la letra alude al ir y venir de las faldas de una coya, al compás de ritmo que marca el charango
04. NOCHE CHAPACA. — Un bailecito, cuyos versos aluden a la serenidad de la noche.
05. BORRACHITO LADRON. — Otro huayno. Festiva y humorística, la letra acusa un doble sentido basado en cierta invitación a bailar.
06. DIABLITO LUCIFER. — Un huayno con diablada. Es esta última una danza que se baila durante las coloridas fiestas que a menudo tienen lugar en la zona minera de Oruro. Los bailarines llevan puestas grotescas máscaras con las que pretenden ridiculizar al diablo. Musicalmente vale la pena subrayar que la canción está constituida por dos diferentes figuras rítmicas que se suceden y alternan.
07. NARANJITA. — Otro expresivo huayno. Describe los pregones de los vendedores callejeros, entre los cuales se interpolan maliciosos comentarios alusivos a los escondidos encantos de la mujer.
08. ACUARELA BOLIVIANA. — Mezcla de huayno y bailecito. Compilado y arreglado por Alejandro Shaw, miembro del cuarteto Los Peregrinos y hermano del director del conjunto, es una selección de melodías en la que los instrumentos de percusión aluden a las jarras y los cántaros que se amontonan en las árganas sobre el lomo de las mulas.
09. DIABLADA TRADICIONAL. — Una diablada, o danza propia de las grandes festividades. Con abundante e intencionado humor, evoca el refrán la cáustica risa del diablo, siendo similar en ritmo y estructura al número titulado «Diablito Lucifer».
10. JENECHEYRU. — Un taquirarí carnavalesco. El expectante enamorado se complace imaginando un feliz encuentro con la amada. Es una canción de corte sentimental en la cual se combinan dos diferentes melodías. El arreglo revela cierto festivo carácter, a despecho de a desilusión inherente al tópico de la canción
11. PRENDA QUERIDA. — Un carnavalito, que se caracteriza por la extrema animación, bien propia, por lo demás, de este tipo de música tan difundida tanto en los distritos urbanos como en los rurales de Bolivia.
12. RIE, CORAZON. — Un huayno, animado por una melodía a la vez jocunda y filosófica, que subraya versos en los que se urge al ocasional oyente para que se muestre feliz y optimista, a despecho de pesares y dolores de cabeza que puedan afligirle.

Para obtener los mejores resultados de este disco, sugerimos que se lo escuche durante una cena en la cual los invitados participen de sus correspondientes raciones de churro (patatas frías, con carne, pescado o huevas) picantes (trozos de gallina cocidos en salsa) y las infaltables y exquisitas empanadas bolivianas. ¡Ya nos lo dirán luego!

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