domingo, 29 de octubre de 2017

Antonio Tarragó Ros - MEMORIA DE CHAMAME - Vol. 8

 
Antonio Tarragó Ros
MEMORIA DE CHAMAME - Vol. 8

A veces nos olvidamos cosas, las guardamos en cajones de la memoria a los que después no sabemos llegar.
A veces perdemos cosas en el camino, y de tanto trajinar leguas en este asunto del vivir nos vamos quedando sin pasado con demasiados archivos en cajones que se nos desaparecen despacio, al tranquito lento. Y así se nos escapa lo que fuimos por los agujeros que abre el tiempo, el olor del sol sobre la tierra en las callecitas arenosas de  nuestro pueblo de infancia, el color del río en un atardecer contemplado con alguna guaina, el gusto del viento de veranoen la boca...
Perdemos y nos perdemos, porque eso que fuimos hizo lo que somos y las hilachas de nuestra identidad quedan prendidas por ahí, al descuido. Pero siempre algo se salva, porque ninguna tormenta termina de borrarnos, y en la lejanía y todo siempre aparece esa música que oímos de criatura, que silbaba nuestro viejo en siestas de pandorga, aquella que nos acompañó cuando lloramos el primer amor o en bailantas de domingo con polvareda y ruido de botas, esa música que no sabemos de quién es porque siempre estuvo, y nos hace que está desde el principio. Esa música tiene dueño, tiene sus creadores que hicieron vivir su obra en sus cabezas y corazones antes de regalárnosla a nosotros y es a esos dueños que queremos homenajear, a esos músiqueros que son taitas porque fueron los primeros y abrieron surcos para todos los que vendrían.
"Memoria de Chamamé" es una colección pensada con el espíritu de un rescate desde los deudores hacia los fundadores.
Celebración de un legado musical hacha por músicos.

Tarragó Ros - Biografía

El Rey del Chamamé nació en Curuzú Cuatiá el 19 de junio de 1923. Hijo de Antonio Ros y de Florinda Reina, el "...varón Tarragó, blanco..." como anotara en el acta de nacimiento el jefe del Registro Civil, conoció en la barraca de cueros de la familia a peones, mariscadores, gauchos de sombreros aludos y a músicos errantes, quienes le contagiaron una temprana pasión. En 1943 edita en Curuzú el periódico quincenal Brisas correntina. El mismo año viaja a la Capital Federal para fomar parte del Trío Taragüi, dirigido por Pedro Sánchez. En 1945 reemplazó a Tránsito Cocomarola en el conjunto de Emilio Chamorro, pero lo mejor aún estaba por llegar.
En 1954 llegó al disco, acompañado por Antonio Niz y Felipe Lugo Fernández. El toro y Don Gualberto quedaron registrados en un simple de 78 r.p.m. del sello Odeón. que sería el primer eslabón de una cadena de grabaciones en las que se destacaba su estilo campesino y bailable.
Ya entrada la década del sesenta era uno de los artistas más populares y vendedores, y en 1964 había superado el millón de placas y obtenido su primer disco de Oro -al que sucedería otro más-, el Disco de Platino y el Templo de Oro, que la compañía ofrecía sólo a sus grandes estrellas históricas (Yupanqui, Gardel, Mariano Mores)
Más de doscientas composiciones nos hablan de un creador fructífero y cuidadoso "Camino del arenal", "El desconsolado", " Por que te fuiste", "El prisionesro", "De espuelas y alpargatas", "Madrecita", "A Curuzú Cuatiá", "El curuzucuateño", "El afligido" y "Escuelita de mi ayer".
-Era un acordeonista con maestría para la utilización de la "verdulera", acordeón diatónico de 21 botones y ocho bajos, parece multiplicar las posibilidades del instrumento con un magistral manejo del abrir y cerrar del fuelle sobre el mismo botón, que tiene como se sabe dos sonidos, según el sentido del fuelle. En su versión genial de "El toro" utiliza hasta la válvula de aire y hace bufar al toro. Una suerte de apóstol del género. Usa sombrero ala 10 cm; entre los chamameceros es todo un pronunciamiento. Significa "Soy Tarragosero", tocar la obra de Tarragó (su único nombre, su apellido Ros). Al decir de Antonio parece fácil a primera vista. Es como un "embalsamado " parece campo limpio pero ni bien apoyas los pies te das cuenta que "el agua no se chamamé te puede hacer vender el alma...masca" (sic) Sus seguidores recuerdan que les decía..."Hay que vivir para el chamamé...vivir del chamamé te puede hacer vender el alma..."
El 15 de abril de 1978 la ciudad de Rosario vió apagarse su corazón, el mismo del que emergió una obra destinada a sobrevivirlo, por siempre 

Antonio Tarragó Ros
MEMORIA DE CHAMAME - Vol. 8
Megadisc

01. LA PENA DEL ACORDEONISTA - Tarragó Ros - Recitado "Sollozos de un acordeó" de Edgar Estigarribia por Julio Marbiz
02. EL CURUZUCUATEÑO - Tarragó Ros - Tambora y guitarra: Antonio Tarragóo Ros
03. CAMINO DEL ARENAL - T. Ros, Mario Millán Medina
04. DON GUALBERTO - T. Ros, Lugo Fernández - Solo de acordeón: Antonio Tarragó Ros
05. GRANJA SAN ANTONIO - T. Ros, Angel Guardia - Solo de guitarra y arreglo: Hugo Mena
06. ESCUELITA DE MI AYER - Tarragó Ros
07. LA CAU - Recopilación T. Ros, Emilio Chamorro - Recitado de Edgar Estigarribia por Luis Landriscina
08. EL PRISIONERO - T. Ros, Emilio Chamorro
09. EL ROCK - T. Ros, De la Vega, Pedro Vaca
10. MADRECITA - Tarragó Ros
11. A CURUZU CUATIA - Gregorio de la Vega, Tarragó Ros
12. DE ESPUELAS Y ALPARGATAS - Tarragó Ros
13. LA PENA DEL ACORDEPNISTA - Tarragó Ros - Recitado de Julio Migno por Julio Migno (Archivo 1982)
14. ESCUELITA DE MI AYER - Tarragó Ros - Recitado Juan José Camero (Archivo Curuzú Cuatiá 1995)
15. BIOGRAFIA Tarragó Ros por Antonio Tarragó Ros
16. EL ENGARRONADO - Tarragó Ros, Chacho Agrego - Acordeón Gualberto Panozzo - Conversación entre Tapón García y Gualberto Panozzo

ANTONIO TARRAGO ROS: Acordeón, voz, guitarras, arreglos, producción y dirección.
HUGO MENA: guitarras
HUMBERTO LAFATA: contrabajo
Técnico de grabación y mezcla: TRABUCO GONZALEZ
Idea y post mastering: ALDY BALESTRA

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