Susana Rinaldi
UNO
SUSANA MENOS ¡MAL QUE VINISTE!
Plaza de la Catedral, Mercé 85, 23 de Setiembre
MINGIS FORMENTOR
"Van a asistir ustedes, aquí, en Barcelona, a un momento histórico: la fusión de Carlos Gardel y Astor Piazzolla". Para nada importaba la supuesta historicidad del momento. Al cabo de pocos segundos al clasicismo y la modernidad tangueras se amalgamaban, tensas, voz y gesto transpirando grandeza, en una argentina impulsada desde París para arrebatar al mundo: Susana Rinaldi.
Manos inquietas, voladoras, alternando ademán seco y ondulante, Susana estaba llenando con su exclusiva presencia la inmensa plataforma escénica instalada ante la catedral. Con su voz, con esa tremenda voz y exquisita técnica, y llena mucho más. Tras Susana un sexteto de inspiración piazzollana se limitaba a ejecutar su tarea con pulcritud, pero ella se bastaba y sobraba para rellenar huecos físicos y psíquicos, sonoras y visuales.
Más baladas que tangos. Más tangos que milongas. Más Susana Rinaldi que nada. Pierde todo interés el género ante la precisión y sensibilidad de la interpretación. Susana que canta para ella desde ella y ¡zas! Resulta que esa íntima ceremonia prende candela en los semejantes que la rodean. La Rinaldi pertenece a esa corte del faraón en la que militan la que siempre estuvieron más allá de las prótesis formales. A esa corte del faraón en la que no que manda es el duende. Una artista parangonable por excelencia a la Piaf, Milva, la Flores, Doña Concha o la Callas. Todo cuanto toca en ella se trastoca. Cuando canta Susana, cantar la Rinaldi. Y punto.
La despedida fue un clamor. Los bises se multiplicaron. Susana trasciende el escenario. Una vez traspasado, Dame la mano y vamos ya. Su público responde al reclamo del artista como la serpiente al de la flauta. Y al son de la cortesía tierna de Susana, sin perder ni por un instante la afirmación, estrecha manos, besa y se deja besar, le rinden pleitesía niños, exiliados, compatriotas, extraños, la humilde viejita autóctona y Diana, la primera dama barcelonesa. Todos sonríen, se da la descarga emocional, se aplaude con calor y las manos por arriba. Susana ¡menos mal que viniste!
Susana Rinaldi
UNO
Philips 826-926-1
1985
01.UNO - Discépolo, Mores
02. EL MOTIVO - Cobián, Contursi
03. DESDE EL ALMA - Melo. Manzi, Pima Vélez
04. CAFETIN DE BUENOS AIRES - Mores, Discépolo
05. ORO Y PLATA - Manzi, Charlo
06. MADAME IVONNE - Pereyra, Cadícamo
07. SIN PALABRAS - Mores, Discépolo
08. LA ULTIMA GRELA - Ferrer, Piazzolla
09. MILONGA DE PERFIL NEGRO (Milonga de los novenos) - Borges, Plaza
10. SULBANDO - C. Castillo, Plana, J. C. Castillo
11. TINTA ROJA - Plana, Castillo
12. LA CUMPARSITA - Matos Rodríguez
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