Alberto Gómez
ORGULLO TANGUERO
Siempre habrá una historia que no se escribirá nunca como siempre habrá una historia memoriosa que corresponderá a la responsabilidad de la actitud conversada. Atento a este esquema digo convencido de afectarme al plano histórico-ya que a conversar vengo-que en este Alberto Gómez que sale en procura de su clientela, con los atributos que en él pueden más que los años, se registra un sentido de perdurabilidad grata. Y es que en efecto, el grande artista vinculado al desarrollo de la lírica menor de la ciudad y del país, al presentarse con la cumplida promesa que tiene su propia información desde los correspondientes titulos de las prometidas obras, evidencia, en primer término, la personalidad del metal de su voz inconfundible unido ello al sentido de una extrema afinación que no se le puede discutir.
Pienso ahora que el trazar, crear, inventar palabras para una supuesta presentación de este carácter y tono, implica la obligación de elogiar a la "víctima" pero en mí, se me habrá de excusar si no estoy comprometido a tal ejercicio comprendiendo que esta conversación a favor de Alberto Gómez, no es otra cosa que un insistido convencimiento que habita en mi desde hace más de treinta años. Vale decir, de "cuando cuando era cuando".
Hecho el descargo no tengo necesidad de mayores aclaraciones y aspiro a la comprensión absoluta y el pleno entendimiento de quien se digne leerme. Pasando a decir, ahora, que "este" Alberto Gómez, que nos resulta siempre "aquel", desde la contrapinta y pinta de su imagen a la belleza de su acento, manteniéndose fiel a ese "yo" que no le ha pedido en prestación a nadie, sino que se ha realizado con él mismo, en largas vísperas de esperanzas y etapas de dura lucha para alcanzar el pináculo en el que habita desde hace tanto tiempo, manteniendo firmes sus aptitudes que son al fin, los elementos con los cuales forma su conducta y carácter de hombre y de artista. De hombre que vive para una posición: la de seguir siendo el enamorado de su oficio de cantor, que es su destino y nunca otro. De artista, que continúa en la lucha con un entusiasmo sin una sola lesión que lo debilite.
Usted, por otra parte, y a fin de hablar de una convicción que entre los dos habremos de estimar alto y hondo, poniéndole la correspondiente cuota de oreja fresca a este larga duración, va a encontrarse con notabilísimas creaciones de Alberto Gómez. Yo entiendo que debo señalarle tan solo algunas y elijo, como que son barajas ganadoras, "CUANDO LLORA LA MILONGA" donde se pone de pie el recio y taciturno pensamiento de Juan de Dios Filiberto, que se fue de la Boca llevándose su rostro de afiche agrio. No es esta una simple reunión de obras que haya dictado el azar o las simples razones de una elemental conveniencia. Todo lo contrario. Cada una de estas obras da y exige el mayor porcentaje de la personalidad en juego de nuestro gran intérprete. Una simple revisión -tomando solo algunos titulos nos confía, insistiendo con Filiberto, "YO TE BENDIGO", cuya inconfundible linea melódica lo mantiene vivo a este tanto en el mundo de la memoria del pueblo. "INSPIRACIÓN" es página que valoriza, con pleno sentido que responde a las propias dificultades de la obra, las aptitudes de Alberto Gómez, que además se luce en "MILONGUITA" del siempre tan querido como recordado Enrique Delfino; "ORGULLO TANGUERO"; "ORGANITO DE LA TARDE" obra que hace añares se encuentra domiciliada en la alta historia de la tanguística ciudadana. Junto con estas páginas y otras, este cronista que se siente y se sabe cabalmente su amigo, quiere señalar en modo muy especial dos títulos. El primero de ellos "LA PULPERA DE SANTA LUCIA" que responde como éxito mayor. a una serie de expresiones musicales y literarias que le debemos al dúo Maciel-Blomberg, guitarrista y moreno, aquél, y poeta que vivió el delirio del puerto y el mar, éste. Ambos, se ubicaron en la edad del 1840 y revivieron paisaje y tipos con un dulce sentido de la poesía nostálgica. Su obra más difundida es ésta que Alberto Gómez entona con perfecta ubicación que la propia historia reclama. La obra resulta una "PULPERA DE SANTA LUCIA" personal y distinta. El segundo titulo que el cronista separa es "LAS MIRLAS" canción romántica que el intérprete trajo al país cuando regresara de su primer viaje hacia la zona del Caribe donde tanto se le admira y quiere. Nadie cantó con mayor personalidad esta obra tan particular que es un cante escrito en el pentagrama de la ternura con notas de una poesía para comunicarla en voz baja e intima.
Alberto Gómez, artista que sabe captar las hondas bellezas, incorporó a la zona del Río de la Plata, esta joya que se titula "LAS MIRLAS" y que usted recibe en este larga duración donde un artista argentino, de carácter impar, luce sus dotes intactas al través de un singular esfuerzo que permite su reencuentro feliz y por otra parte tan esperado como necesario.
JULIÁN CENTEYA
Alberto Gómez
ORGULLO TANGUERO
RCA CAMDEN CAL-3202
1971
01. ORGULLO TANGUERO - tango - L. Strazo - E. Cadícamo
02. CUANDO LLORA LA MILONGA - tango - J. De Dios Filiberto, J. Bruno Pirovano
03. MI PALOMITA - tango canción - J. Canet - A. Gómez
04. INSPIRACION - tango - P. Paulos - L. Rubinstein
05. LA PULPERA DE SANTA LUCIA - vals - Blomberg, Maciel
06. LA ABANDONE Y NO SABIA tango - José Canet
07. ORGANITO DE LA TARDE - tango - J. G. Castillo, C. Castillo
08. LAS MIRLAS - vals- P. Martínez
09. YO TE BENDIGO - tango - J. De Dios Filiberto, J. Bruno Pirovano
10. MILONGUITA - tango - Enrique Delfino
11. LA CASITA - tango canción - Motivo Pop. Mexicano, D.A.R.
12. TARDE - tango - José Canet
Aporte de Alberto Orozco
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