lunes, 24 de junio de 2019

Lucas Braulio Areco - SELVA Y GUITARRA



Lucas Braulio Areco
SELVA Y GUITARRA

ARECO, HOMBRE Y ARTISTA
En una noche cualquiera, de las cálidas noches misioneras: estrellas, murmullos nocturnos; aquí la selva, allá a un mensú trabajando en un yerbal, en el otro lado la típica "villena" de la placita, enfrente mirándonos con hidalguía campesina "Don Pedro Montenegro" (óleo).
La música de una guitarra impregnada de selva y llegaba a nuestros oídos fuerte, penetrante, dulce, sutil. Era la selva misma hecha guitarra.
Pero no estábamos en la maraña misionera: visita vamos el "atelier" de un artista; la casa de un hombre.
De un hombre excepcional, que supo de la vivencia de selva en cualquiera de sus formas. La lucha por la vida sin embargo no borró de él la belleza de un espíritu maravilloso.
Y al fin llegó, luego de un combate formidable, el triunfo. El artista había nacido. La selva había sido domeñada, había sido captada, había sido transportada a la tela, al yeso, a la terracota, al papel, a la guitarra, al arpa. Ese triunfador era: LUCAS BRAULIO ARECO.
Hombre terruño, que en descriptivo relato no fue enseñando ahí en su atelier, parte de la selva. Y cuando viajando por esa tierra colorada de Misiones, fuimos viendo lo que ya Areco nos había mostrado aquel día, comprobamos el acierto de su obra. Todo el exacto, sin cortes, sano, fuerte, potente, pleno de grandioso espectáculo de una selva formidable.
Pero hasta ahora hablamos de Aerco pintor, escultor o escritor. Llega entonces el músico, ese que en la guitarra nos había entregado el fondo a nuestro primer paseo selvático misionero.
Ese estaba definido con la dedicatoria de una foto; entre las de los " grandes" como Areco los llama estaban las de Falú, Yupanqui, Mena, Ramírez y otros; pero sobresalía aquella que rezaba: "PARA ARECO...¡ARTISTA! Ariel Ramírez". Esa definía con clara y justa exactitud al guitarrista de aquella noche.
Hacer la apología de alguien de quien el escucha de este LD estará apreciando es demasiada fantasía. Su música como toda su obra, lo dice todo. Esta trasuntada en ella la fuerza ignota de una selva rebelde, sí, pero a la cual una vez domada queremos y seguimos.
Igual es Areco; indomable, serio, callado, humildes; pero cuando toma una guitarra en sus manos y sus dedos largos, raros, se pasean por el cordaje, deja su humildad y los que lo rodean tienen ante sí a un artista...a un hombre.
Definición perfecta para quien vive escondido para gozar de su silencio, de su trabajo, de su permanente estudio. El hallazgo de Areco para el disco hará que su obra llegue a todos para que todos puedan convivir con él el goce de la espiritual fortaleza de Misiones.
PARA ARECO...¡ARTISTA!
Tres palabras que definen a un virtuoso.


SELVA
Camino de todo o nada
qué es lo que escondes detrás?
La fuerza de la selva misma
o la gracia del manantial...
Selva! Selva! Selva!,,,
Imagen de Misiones, quizás Misiones misma.
Color de maraña insondable;
sonido de mil voces; profundidad de verde y rojo.
Verde de pujante monte; rojo de tierra fuerte.
Música de selva misionera.
Y ya viene la galopa regional a decirnos su canto de selva;
Ora dulce, como la brisa del majestuoso Paraná;
ora fuerte, como el incontenible Iguazú.
Trasunto del bosque
La galopa corre por el camino rojo;
la música penetra en la verde floresta impenetrable
y la música y el color se hacen
selva, selva, selva.
Mensú... Hachero... Jangadero...
Personajes de la selva que desfilar ante nosotros a través de estas imágenes musicales
Hombre consustanciados con el verde y rojo de la selva
Sacrificio... Fortaleza.... Hombría... Valentía.
Para vencer a una selva ya casi domada.
AYER,,,SELVA MISIONERA
HOY...MISIONES ANFORA DE TRABAJO


GUITARRA
La tierra colorada, retazo esplendente en la magnitud geográfica del país, tiene en el criollo instrumento un vehículo inmediato para desarrollar los ritmos lugareños. El arpa India y el acordeón de dos hileras todos de uso obligado no han conseguido quitar a la romántica madera de raíz española ese lugar que ocupa.
Y como ocurre en las demás regiones, ella sirve de dócil amiga para acompañar la cadencia del canto autóctono impregnado del límpida poesía, cálida y romántica, donde lo descriptivo de los estados anímicos y las sugerencias del paisaje se unen en una totalidad de permanente serenata.
Esta tierra, donde lo telúrico se impone con fuerzas de misterio que adapta al hombre sensible al cordaje de las más sutiles sugerencias, tiene en su expresión musical, de neta raíz guaraní, junto al insólito y majestuoso color de su ambiente una orfandad de creación académica en cuanto al instrumento se refiere. Más quizás ello dé motivo para que el artista que la pulsa encuentre una libertad de acción que sólo está delimitada por su propio albedrío. Todas las resonancias del paisaje, del hombre, de su dolor, de su drama cotidiano y porque no? De su pasión de contenidod raciales encuentran pues en la guitarra el vehículo fundamental.
En el caso de nuestro artista se patentizar estos conceptos, ya porque así se manifiesta su obra musical, ya porque no hallamos paralelos en su "modo" de pulsar el instrumento. Areco es en la guitarra Misiones toda, es decir que ha plasmado una nueva escuela guitarrística donde por encima de los mecanismos técnicos escolásticos está brotando a raudales la "expresión" de su creación musical. Por lo demás, es destacable a limpidez de su digitación, todo lo cual conforma virtudes que hacen que él sea el mejor intérprete posible de su propia obra.
Su guitarra le obedece. Presentimos los "pianísimos" dónde quiere dejar una estría de dulce emotividad y también nos golpean las reciedumbres de las bordonas conjugadas en ese arranque vigoroso que acompaña al compás que es único en cuanto a interpretación y que pone el sello feliz a la música de Misiones que nace así con entrañable autenticidad.
Se reválida entonces la guitarra una vez más, para las expresiones más sentidas de la música folclórica, y se incorpora a los altos valores guitarra místicos una nueva expresión con relieves propios.
Misiones integra así el todo musical argentino.
EDUARDO ALBERTO CURUTCHET

Lucas Braulio Areco
SELVA Y GUITARRA
LD Odeón  - LDS 789
Solo de Guitarra, 1959.

01. José del monte - Galopa
02. Verde llanura - Estilo
03. La canción del Urú - Galopa
04. Mañana en Tabay - Galopa
05. Milonga de Juan de Dios - Milonga
06. Selva y camino - Galopa
07. Madrugando - Estilo
08. Misionerita -Galopa
09. Penas de caminante - Galopa.
10. La tarde - Estilo
11. Pájaro del alba - Galopa
12. Tiempo de maíz - Galopa
13. Danza - Danza
14. Picada azul - Galopa


(de http://lucasbraulioareco.blogspot.com.ar/ enviado por Adriano Cornejo)

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