DIARIO “LA OPINION” DE RAFAELA – 31 DE JULIO DE 2007
En busca de... Fundación Las 100 Guitarras Mercedinas
La guitarra: un sentimiento
Conforman una agrupación tal vez única por sus características. La integran músicos de diversas edades y condiciones, los discapacitados tienen su lugar protagónico y todos aportan a una propuesta que lleva por el país un puñado de canciones que reivindican el orgullo de Patria y el compromiso en celeste y blanco. Desde La Palabra conversamos con el presidente de la Fundación, José Villar.
LP - ¿Cuál es la historia de la agrupación?
J.V. - Las 100 Guitarras como grupo hace muchos años que está, no lo puedo precisar pero desde antes de la Calle Angosta siempre se juntaban para algún evento especial noventa, cien, ciento diez guitarras. Pero recién en el año 2000 a través de una Directora de Cultura que había en ese momento, Susana Trigo, de la Municipalidad de Villa Mercedes, se convoca y se logra amalgamar el grupo que actualmente persiste. Al poco tiempo hay un desprendimiento de cultura y se decide formar una institución con personería jurídica, una asociación civil sin fines de lucro. Prácticamente la institución tiene siete años de existencia con la orquesta de las cien guitarras. Esta orquesta de las cien guitarras tiene esa permanencia, no es como antes que se juntaba una vez al año o cada dos años. Ya está en forma permanente, ha tenido presencia dos veces en Cosquín en el Festival Mayor, también en una fiesta que hace Juan Bautista el Trovador, además hicimos apertura en el Festival de Jesús María, hemos estado en vendimias en la provincia de Mendoza, en el Congreso de la Nación, en la provincia de Córdoba.
Las edades de los integrantes que tenemos van desde los doce a los ochenta años. Tenemos algunos problemas, por ejemplo con el estudio, porque si los chicos no rindieron bien las materias de la escuela, no los dejan ir a las guitarras, por otro lado, están los muy mayores a quienes en el verano el calor les hace mal, los que están de vacaciones, los permisos en los trabajos, la familia que nos requiere también...
LP - ¿Cuál es su misión como presidente de la institución y el propósito planteado?
J.V. - Actualmente soy presidente de la tercera comisión que está en mandato. Integré la primera comisión y tuve el gusto de estar cuando arrancó las cien guitarras y te imaginás que era mayor el entusiasmo. Fui tesorero de la primera. Los objetivos es que ya que tenemos en Villa Mercedes, San Luis, Capital de la Guitarra, un producto único en el mundo porque no hemos visto antecedentes de que exista otro, nuestro interés es mostrarlo. Por eso tenemos esta institución sin fines de lucro. Generalmente mover las cien guitarras supone costos elevados. El objetivo es tratar de difundirlo, hemos hecho dos grabaciones una de las cuales tiene las marchas patrióticas.
LP - ¿Cómo se elige el repertorio y cómo se organizan los ensayos?
J.V. - Bueno, la selección de los temas está a cargo de un director musical aparte de la comisión. Salimos de la institución y vamos a la orquesta en sí. Allí soy un músico más porque yo estoy metido en el montón de actividades. Se ensaya en un centro cívico, que tiene un salón bastante amplio y cómodo que nos permite juntarnos a todos. La elección de los temas se hace entre el director musical y algún cuerpo técnico que son los maestros guías de las distintas voces que hay, la comisión y se consulta al resto de los músicos. Generalmente se comienza con grupos chicos para empezar con los temas nuevos y se van trasladando a los demás para hacer los ensayos generales todos juntos.
LP - ¿Cuál es el procedimiento para convocar a la gente que integra el grupo?
J.V. - Uno de los objetivos es llegar a tener una escuela. Lo que pasa es que en Villa Mercedes hay una canción que la describe cuando dice "casa por medio hay un guitarrero" y realmente es cierto. Hay muchos guitarreros. Muchos más que para cien guitarras me animo a decir que podemos juntar quinientas guitarras fácilmente. Se invita permanentemente, además de la relación que tenemos nosotros que andamos con el conjunto. Vemos chicos con condiciones. El área de cultura municipal ha instaurado talleres de guitarra que el año pasado tuvieron alrededor de ciento veinte alumnos. Los que quedaron de un año para otro pueden estar en condiciones de ingresar a las cien guitarras la mayoría de ellos está estudiando con esa ilusión que es lo que nos interesa porque son los que van a continuar con esto. Nos garantiza que haya seguidores cuando nuestra edad nos indique que tenemos que abandonar.
LP - ¿Para esa selección de los músicos se les exige un conocimiento mínimo del instrumento?
J.V. - Por supuesto, se le toma la prueba que puede ser estar solo con el director del cuerpo técnico o viene lo interesante de los talleres culturales, a medida que van aprendiendo a puntear o a acompañar les van enseñando los temas de las cien guitarras. Entonces cuando el chico viene a probarse, lo hace casi con todo hecho, prácticamente como a incorporarse. Nos vendría muy bien que se aumentara y superara ampliamente la cantidad de las cien guitarras. Porque fijate lo insólito, Villa Mercedes, es el único lugar del país donde si vamos noventa y nueve nos critican, pero a veces es difícil reunir a los cien. Y otras somos más de cien.
LP - ¿Cómo se estructura el conjunto en cuanto a las voces?
J.V. - Son todas guitarras criollas y hay grupo de primeras, segundas, octavas, hay quienes hacen arreglos o algunas terceras también. Están los ritmos básicos en guitarras y en guitarrón. Quienes tocan guitarrón tienen mayores conocimientos que los que acompañan en guitarra, entonces con guitarrón se hacen también algunos arreglos. En lo cuyano se utiliza como un bajo.
LP - ¿Cuántas guitarras integran cada cuerda?
J.V. - Tenemos que mantener el equilibrio. Es muy difícil integrar guitarrones. ¡La mayoría de los chicos quiere puntear, y los padres también! Hay un déficit general hasta en los conjuntos que lo vemos en el orden nacional, están saliendo muchos solistas. Lo que es segundas voces se está perdiendo y es una lástima.
LP - ¿Cuál es el futuro deseable para el proyecto?
J.V. - Quizás sea ambicioso pero uno de mis sueños y que es compartido por muchos de los chicos es presentar un 19 de junio a la medianoche una serenata en el Monumento a la Bandera en Rosario, un 9 de julio en la Casa de Tucumán, otro día en el Obelisco de Buenos Aires. Hay posibilidades de ir a Chile. Hay muchos que sueñan con recorrer el mundo, para nosotros es muy complicado. Por ahora nos podemos mover donde vamos por un día. Complicado pero muy hermoso.
LP - ¿Cuál es la realidad entre los que saben leer música y quienes no lo hacen?
J.V. - La mayoría no lee ni escribe música. Lo que pasa es que las cien guitarras más que un grupo musical, nosotros siempre decimos que es un sentimiento. Casi todos autodidactas, "orejeros" le llamamos, "parrilleros"; el violero cuyano tiene esa ventaja, de adaptarse a toda la música, aunque no haya ensayado nos va siguiendo de atrás y se ubica. Por eso sería un sueño que ojalá algún día se realice una escuela, y si es de música mejor porque es lo ideal. Porque creo que lo más interesante es que tengan las dos cosas: la intuición y la escuela.
LP - ¿Cuál es la historia de la agrupación?
J.V. - Las 100 Guitarras como grupo hace muchos años que está, no lo puedo precisar pero desde antes de la Calle Angosta siempre se juntaban para algún evento especial noventa, cien, ciento diez guitarras. Pero recién en el año 2000 a través de una Directora de Cultura que había en ese momento, Susana Trigo, de la Municipalidad de Villa Mercedes, se convoca y se logra amalgamar el grupo que actualmente persiste. Al poco tiempo hay un desprendimiento de cultura y se decide formar una institución con personería jurídica, una asociación civil sin fines de lucro. Prácticamente la institución tiene siete años de existencia con la orquesta de las cien guitarras. Esta orquesta de las cien guitarras tiene esa permanencia, no es como antes que se juntaba una vez al año o cada dos años. Ya está en forma permanente, ha tenido presencia dos veces en Cosquín en el Festival Mayor, también en una fiesta que hace Juan Bautista el Trovador, además hicimos apertura en el Festival de Jesús María, hemos estado en vendimias en la provincia de Mendoza, en el Congreso de la Nación, en la provincia de Córdoba.
Las edades de los integrantes que tenemos van desde los doce a los ochenta años. Tenemos algunos problemas, por ejemplo con el estudio, porque si los chicos no rindieron bien las materias de la escuela, no los dejan ir a las guitarras, por otro lado, están los muy mayores a quienes en el verano el calor les hace mal, los que están de vacaciones, los permisos en los trabajos, la familia que nos requiere también...
LP - ¿Cuál es su misión como presidente de la institución y el propósito planteado?
J.V. - Actualmente soy presidente de la tercera comisión que está en mandato. Integré la primera comisión y tuve el gusto de estar cuando arrancó las cien guitarras y te imaginás que era mayor el entusiasmo. Fui tesorero de la primera. Los objetivos es que ya que tenemos en Villa Mercedes, San Luis, Capital de la Guitarra, un producto único en el mundo porque no hemos visto antecedentes de que exista otro, nuestro interés es mostrarlo. Por eso tenemos esta institución sin fines de lucro. Generalmente mover las cien guitarras supone costos elevados. El objetivo es tratar de difundirlo, hemos hecho dos grabaciones una de las cuales tiene las marchas patrióticas.
LP - ¿Cómo se elige el repertorio y cómo se organizan los ensayos?
J.V. - Bueno, la selección de los temas está a cargo de un director musical aparte de la comisión. Salimos de la institución y vamos a la orquesta en sí. Allí soy un músico más porque yo estoy metido en el montón de actividades. Se ensaya en un centro cívico, que tiene un salón bastante amplio y cómodo que nos permite juntarnos a todos. La elección de los temas se hace entre el director musical y algún cuerpo técnico que son los maestros guías de las distintas voces que hay, la comisión y se consulta al resto de los músicos. Generalmente se comienza con grupos chicos para empezar con los temas nuevos y se van trasladando a los demás para hacer los ensayos generales todos juntos.
LP - ¿Cuál es el procedimiento para convocar a la gente que integra el grupo?
J.V. - Uno de los objetivos es llegar a tener una escuela. Lo que pasa es que en Villa Mercedes hay una canción que la describe cuando dice "casa por medio hay un guitarrero" y realmente es cierto. Hay muchos guitarreros. Muchos más que para cien guitarras me animo a decir que podemos juntar quinientas guitarras fácilmente. Se invita permanentemente, además de la relación que tenemos nosotros que andamos con el conjunto. Vemos chicos con condiciones. El área de cultura municipal ha instaurado talleres de guitarra que el año pasado tuvieron alrededor de ciento veinte alumnos. Los que quedaron de un año para otro pueden estar en condiciones de ingresar a las cien guitarras la mayoría de ellos está estudiando con esa ilusión que es lo que nos interesa porque son los que van a continuar con esto. Nos garantiza que haya seguidores cuando nuestra edad nos indique que tenemos que abandonar.
LP - ¿Para esa selección de los músicos se les exige un conocimiento mínimo del instrumento?
J.V. - Por supuesto, se le toma la prueba que puede ser estar solo con el director del cuerpo técnico o viene lo interesante de los talleres culturales, a medida que van aprendiendo a puntear o a acompañar les van enseñando los temas de las cien guitarras. Entonces cuando el chico viene a probarse, lo hace casi con todo hecho, prácticamente como a incorporarse. Nos vendría muy bien que se aumentara y superara ampliamente la cantidad de las cien guitarras. Porque fijate lo insólito, Villa Mercedes, es el único lugar del país donde si vamos noventa y nueve nos critican, pero a veces es difícil reunir a los cien. Y otras somos más de cien.
LP - ¿Cómo se estructura el conjunto en cuanto a las voces?
J.V. - Son todas guitarras criollas y hay grupo de primeras, segundas, octavas, hay quienes hacen arreglos o algunas terceras también. Están los ritmos básicos en guitarras y en guitarrón. Quienes tocan guitarrón tienen mayores conocimientos que los que acompañan en guitarra, entonces con guitarrón se hacen también algunos arreglos. En lo cuyano se utiliza como un bajo.
LP - ¿Cuántas guitarras integran cada cuerda?
J.V. - Tenemos que mantener el equilibrio. Es muy difícil integrar guitarrones. ¡La mayoría de los chicos quiere puntear, y los padres también! Hay un déficit general hasta en los conjuntos que lo vemos en el orden nacional, están saliendo muchos solistas. Lo que es segundas voces se está perdiendo y es una lástima.
LP - ¿Cuál es el futuro deseable para el proyecto?
J.V. - Quizás sea ambicioso pero uno de mis sueños y que es compartido por muchos de los chicos es presentar un 19 de junio a la medianoche una serenata en el Monumento a la Bandera en Rosario, un 9 de julio en la Casa de Tucumán, otro día en el Obelisco de Buenos Aires. Hay posibilidades de ir a Chile. Hay muchos que sueñan con recorrer el mundo, para nosotros es muy complicado. Por ahora nos podemos mover donde vamos por un día. Complicado pero muy hermoso.
LP - ¿Cuál es la realidad entre los que saben leer música y quienes no lo hacen?
J.V. - La mayoría no lee ni escribe música. Lo que pasa es que las cien guitarras más que un grupo musical, nosotros siempre decimos que es un sentimiento. Casi todos autodidactas, "orejeros" le llamamos, "parrilleros"; el violero cuyano tiene esa ventaja, de adaptarse a toda la música, aunque no haya ensayado nos va siguiendo de atrás y se ubica. Por eso sería un sueño que ojalá algún día se realice una escuela, y si es de música mejor porque es lo ideal. Porque creo que lo más interesante es que tengan las dos cosas: la intuición y la escuela.
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