martes, 28 de agosto de 2018

Coqui Ortíz - PARECE PAJARITO


Coqui Ortíz
PARECE PAJARITO

Una tarde, hace bastante tiempo, quizá ocho años, estaba tocando la guitarra en el patio de casa. Al rato, la oscuridad se había llevado todo y quede sólo entre el murmullo del barrio y una nostalgia tan grande, que cuando me di cuenta, ese sentimientos ya era un cielo en mis ojos.
Escuche venir, entonces, desde la casa de algún vecino, aquel chamamé a paso lento y me entregué una vez más, sin saberlo aún, al interminable recuerdo. Alguien me enseñó a recordar siempre, y siento nostalgia hasta del futuro. Anhelé y soñé con tanta intensidad que, incluso, aquellas cosas que
no llegué a vivir realmente se me adentraron tanto que ahora las extraño y las espero.
Aquí, en estos sonidos, está mi viejo fumando temprano, pegado a la radio o silbando entre el humo del asado dominguero. También mi abuela y Doña Ceci, que me daban el " mate cocido con bananas" y una palmadita antes de que saliera corriendo para la canchita. La guitarra, los muchachos del barrio, los acordes que me pasaron Martillo y Carlota, las primeras canciones, como aquella "Garzas viajeras" que, después de aprenderla, me llevó tanto tiempo poder cantarla sin echar un lagrimón. La magia de aquellas noches en busca de una guitarreada: el ir llegando y alguien que dice " ché, parece que en esta casa está el cabezón Cayé tocando" yo también quise ser como él. El buen modo con que Ricardo, el extraño pájaro de las costas del Uruguay, me enseñó a escuchar la música, al ser músico de oficio y disfrutar del camino. Los largos mates con Germán, aprendiendo y viendo a través de sus ojos otros colores. José y el amor que espera, y que lo llevó volando un día. El compadre Juan Quintero, que apareció de repente y me disparó con su guitarra en el pecho, a un metro de distancia. Y el loco Jorgito, mi hermano, que desapareció para siempre un día, sin que terminábamos de tomar el vino. Mis compañeros de la ronda, con quienes aprendí a valorar la grandeza de las pequeñas cosas, a defender la belleza y construirle un templo.Don Aledo y su generosidad de siempre y la alegría de compartir un nuevo fruto. El Negro Aguirre, como siempre, revoloteando para cuidar mi
sueño.
Parece Pajarito nació una tarde el que llevaba a mi hija en bicicleta. De repente, entre preguntas y respuestas ella dijo:

-Y el abuelo Alfredo dónde está?
-Se fue, respondí. Pero ella insistió:
-Sí, pero ¿a dónde se fue?
-Al cielo dije
-¡EEhhhhh! gritó. Parece pajarito ¿eh?

Cuenta una leyenda sobre el picaflor que toda vez que un abuelo muere, en el lugar donde son enterrados sus huesos nacen flores. El picaflor, entonces, es el pájaro encargado de venir a beber de esas flores para llevarse el alma a un lugar bendito. Cuando se canta la canción del picaflor es para pedir que el espíritu del abuelo nos siga iluminando el camino.
Este es un disco lleno de nostalgia, de alegría y, sobre todo, de profundo agradecimiento.
Pero los aromas nos envuelven y el horizonte nos llama siempre. De pronto, Paloma entra y me dice:
-No cantes Garzas viajeras que me hace lagrimitas.
Ahí seguimos...

Coqui Ortíz
PARECE PAJARITO
Shagrada Medra shcd 021
2005

01. CIGARRA - Coqui Ortíz
02. RECUERDOS DE RONDA - Coqui Ortíz
03. LA FORTUNA DE MI GUITARRA - Germán Correa, Coqui Ortíz
04. CANOA - Germán Correa, Coqui Ortíz
05. CRUZ - Coqui Ortíz
06. GARZAS VIAJERAS - Aníbal Sampayo
07. MATE COCIDO CON BANANAS - Coqui Ortíz
08. DIGAME JUAN - Coqui Ortíz
09. EL MATECITO - desenlace - Coqui Ortíz
10. ESTRELLA - Coqui Ortíz
11. EL AQUERENCIADO - Aledo Luis Meloni, Coqui Ortíz
12. PARECE PAJARITO - Coqui Ortíz

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