Eduardo Rodrigo
CANTARES DE EDUARDO RODRIGO
Luis Eduardo Rodrigo nació en la ciudad de San Juan un 15 de junio de 1943, seis meses antes del terremoto. Su padre, Luis Alfonso Rodrigo, gran compañero suyo, antes de que naciera Eduardo hacía radioteatro en San Juan, destacándose como excelente recitador y buen escritor. En la época en que los circos solían representar "El Rosal de las Ruinas" o "El Puñal de los Troveros" de Belisario Roldán, el padre de Eduardo representaba en episodios El Gaucho Guayama". Después trabajó en el Banco Hipotecario, primero como contador y después como gerente de diferentes ciudades. De allí que Eduardo haya vivido en diversos puntos de la república, adquiriendo una experiencia de campo y ciudad que le dejó innumerables enseñanzas .
Rodrigo que viene tres hermanos. El mayor, Washington Aureo, médico, 28 años, que ejerce en Córdoba, hizo primero cirugía, luego clínica, después anestesia; debió afrontar desde joven las consecuencias del terremoto, recibió tres becas en los EE.UU., Inglaterra y Dinamarca; el segundo hermano, César Enrique, tiene 29 años mientras que Eduardo es el menor.
La madre, Renee Espinosa de Rodrigo, es una mujer muy sensible. Cuando se produjo el terremoto que la familia vivió en San Juan durante tres meses en una carpa a la orilla del río, primero debajo de un árbol gigante, luego que en una casa de adobe. De la casa familiar no quedó nada. Fueron a un pabellón para soldados, en el que vivieron durante el tren meses hasta que ocuparon una casa de cartón que la que habitaron hasta 1955 cuando le nombraron al padre de Eduardo gerente en el Banco Hipotecario en Comodoro Rivadavia y allí se trasladó la familia entera. Permanecieron el un año entero en Comodoro, en una estancia de los Zapata, próxima al Cerro Bandera. La cordillera estaba a un paso.... Eduardo Rodrigo aprendió tareas rudas de campo.
Al llegar a Comodoro era un muchachito que hablaba un idioma raro. El vivir campero fue un ideal para Rodrigo. En San Juan, el niño Eduardo aprendió a plantar cebollas en la finca de los Echegaray, también era un aficionado a la cría de palomas mensajeras y, en especial, de "bochudos", palomo ladrones de palomas de otro palomar. Entusiasmado por los caballos, actualmente tiene un hermoso ejemplar ("Colorado") en Unquillo (Córdoba) al cuidado de un amigo suyo.
Comenzó a perfilarse su carácter melancólico, enemigo acérrimo de la injusticia, no faltándole el deseo de la aventura en busca del triunfo artístico. Decidido lector de Unamuno, admirador de Jorge Isaacs, actúa la mayoría de las veces impulsado por corazonadas.
Su pasión por el canto y la guitarra fueron una constante en su vida. Recorrió musicalmente que el país, trabajando de vendedor de camisas, distribuidor de camisas de fuerza y hasta dueño de una pulpería (pero no nací para gastronómico, confesará después). En Tucumán conoció a Tobías Rosemberg, gran folklorista y al titiritero, poeta y músico Hugo Folkestein, los que influyeron en su futuro, además de Pedrín Arodes, sobrino de Segundo, el coautor de "Viene clareando", quien le enseñó a perfeccionarse en guitarra. A fines de 1959 le hicieron actuar en LW3 Radio Splendid de Tucumán a $ 200 por audición.
Buenos Aires fue la carta de triunfo para el aventurero artista. Actuó en la peña "La Guminda" en el barrio de Flores y luego en el Maxim's Club. Pero su triunfo en Buenos Aires comienza al presentarse en Sábados Circulares de Mancera, entonces por Canal 9. Allí lo vio Raúl Astor y lo contrató para su show. Julio Márbiz -quien lo presentó a Mancera- lo había apalabrado para la Pulpería de Mandinga y por eso no llegó a desempeñarse en el show de Astor. El 15 de julio de 1963 debutó en "Pinochadas" luego en "Aquí está el folklore" por Radio Belgrano, audición dirigida por Marbiz.
Rodrigo se presentaba con su conjunto: Pascual Lupia y Oscar Alonso (guitarras) y Alberto Jerez (bombo) no había director, todos proponían amigablemente los arreglos, Rodrigo cantaba y hacía ritmo. Ha cumplido actuaciones en los lugares más insólitos. Su carpa andariega se levantó tanto en las más populosas ciudades como entre las de los indios patagones a quienes hizo actuar junto a él animando un folklore indígena jamás difundido en la Argentina.
Eduardo Rodrigo acepta sólo aquellas canciones que siente muy suyas y las convierte en integrantes de su propia respiración. Su personal manera de cantar, desgarrada y aún doliente, es objeto de discusión. Cálido hasta el llanto su voz se quiebra en un grito como si se sintiera arrasado por un río de lágrimas. Estudioso, poeta, cantor, sus éxitos han sido enormes y entre los principales se cuentan "La Piadosa", "De Simoca", "La Zafrera", "Luna Playera", " Gris otoñal", "Acuarela del Río", " Zamba de Usted", "Amigo", "El vioín de Becho", "A San Juan", "A que volver", "Plegaria de un niño solo", y "Vida". Muchas de ellas han de volver a ser encontradas en el presente disco de MUSIC HALL, donde los "cantares de Eduardo Rodrigo" muestran una vez más la potencia de su decir y la profunda comunicaión de sus sentimientos.
Eduardo Rodrigo
CANTARES DE EDUARDO RODRIGO
Music Hall 2165
01. CUANDO SE VAYA EL DIA . canción - Eduardo Rodrigo
02. VIDA - guarania - Pedro Gamarra
03. RONDALLA - vals - Alfonso Esparza Oteo
04. AMIGO - taquirari - René Careaga
05. EL VIOLIN DE BECHO - milonga - Alfredo Zitarrosa
06. A SAN JUAN - cueca - Hilda Rufino "La Cuyanita", Rodolfo Sciamarella
07. NO ESCUCHARE TU ADIOS - canción - Abel Montes, Alegre Musel
08. QUERER ES PODER - taquirari - René Careaga
09. PRESAGIO DE UN TIEMPO SOLO - zamba - Arsenio Aguirre
10. NO QUIERO QUE TE OLVIDES - vals peruano - Eduardo Rodrigo
11. PLEGARIA DE UN NIÑO SOLO - canción - Fermín Fierro
12. A QUE VOLVER - zamba - Eduardo Falú, Marta Mendicute
Aporte de Germán Cruz
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