domingo, 26 de diciembre de 2021

La revista Folkore

 


La revista Folkore

Roberto J. Collado

La revista Folklore se publicó entre julio de 1961 y agosto de 1981. Durante esos veinte años, constituyó una importante fuente de noticias de lo que sucedía en los ambientes folklóricos, con crónicas de los acontecimientos relevantes, como los Festivales que se multiplicaban por el país; entrevistas a los intérpretes, autores y compositores más populares; una serie de secciones que incluyeron comentarios de discos y libros y un sin fin de temas que aportaron valiosos colaboradores. La colección completa de Folklore consta de 316 números y 20 suplementos o ediciones especiales; a lo largo de tantos años, tuvo cambios tanto en su dirección como en su formato y contenidos.

Folklore constituye una fuente fundamental para conocer y estudiar lo que fue una brillante etapa de la poesía y la música de raíz folklórica argentina asentada en la labor de precursores como Andrés Chazarreta, Buenaventura Luna, Hilario Cuadros, Julio Argentino Gerez, los Hermanos Acosta Villafañe, Atahualpa Yupanqui; los primeros conjuntos como Los Chalchaleros, Hermanos Abrodos, Hermanos Ábalos, solo por nombrar algunos; la intensa actividad de las Peñas Bailables de Danzas Nativas de esos años.

La primera etapa de la revista abarca 99 ejemplares publicados entre julio de 1961 y julio de 1965. Está integrada por los primeros cuatros números que aparecieron mensualmente como suplemento de la revista Tanguera bajo el título Aquí está el Folklore, con un formato grande de 22 x 35 cm., y los números que van del 5 al 99, que tuvieron un tamaño más pequeño, de 20 x 26 cm. Esta etapa fue dirigida por Julio Márbiz, un joven periodista y conductor de 26 años, nacido en Noetinger, quien, desde su llegada a Buenos Aires se desempeñó como presentador y productor en todos los campos de la actividad de los eventos folklóricos. Lo acompañaron valiosos colaboradores como León Benarós, Ofelia Zuccoli de Fidanza, Marcelo Simón —como corresponsal en Córdoba en sus inicios e integrado después al staff de redacción—, Alma García, Iván René Cosentino, César Jaimes, entre otros. El fotógrafo oficial de la revista fue Antonio Nieto.

La segunda parte de Folklore comienza después de la renuncia de Julio Márbiz a la dirección de la revista en julio de 1965. Desde el número 100, hasta el 171, asume como director el historiador y escritor Félix Luna (10 de agosto de 1965 hasta el 12 de marzo de 1969). Continúa apareciendo quincenalmente, pero cambia su formato, que pasa a ser grande: 25 x 32 cm. Con Márbiz, también se retiran redactores importantes como Marcelo Simón, Ofelia Zuccoli de Fidanza, y colaboradores como Carlos Vega, quien publica dos de sus últimos capítulos de la Historia del Movimiento Tradicionalista en la Revista Folklore Argentino, una publicación que, con la misma temática, Márbiz edita a los pocos meses de su alejamiento en diciembre de 1965. Continúan con Félix Luna, los colaboradores Alma García, Iván Cosentino, Félix Coluccio, Hamlet Lima Quintana, Nora Raffo, Miguel Díaz Vélez, entre otros, y una larga lista de corresponsales en el interior del país. Félix Luna intentó algunos cambios, como el de dedicar las tapas de Folkore a renombrados especialistas, como Pedro Luis Raotta o Eduardo Riggio; la iniciativa sólo se mantuvo hasta el nº 110 cuando, por sugerencia de los editores, se volvió a portadas con los artistas más populares de la época. En marzo de 1969, Luna abandona la dirección de Folklore para dedicarse plenamente a Todo es historia, también de Editorial Honegger, que había iniciado su publicación en mayo de 1967. Con Félix Luna abandona Folklore el multifacético León Benarós, quien había sido un baluarte desde sus comienzos.

Desde el nº 172, de abril de 1969, comienza la tercera etapa de Folklore. Julio Márbiz regresa a la dirección de la revista, cambia nuevamente su formato (28 x 22 cm.) y su periodicidad, que pasa a ser mensual. Marcelo Simón ocupa la jefatura de redacción, y como colaboradores figuran, entre otros muchos que fueron variando a lo largo del tiempo, Hamlet Lima Quintana, Félix Coluccio, Linares Cardozo, César Perdiguero, Arnoldo Pintos, Nora Urdinola. En el nº 232 (abril de 1974) sin despedidas ni bienvenidas, Marcelo Simón asume la Dirección, quien había publicado, con cierta alternancia (entre los números 172 y 271), sesenta y tres entregas con comentarios diversos sobre la actualidad no catalogados como editoriales, pero que fueron marcando la relevancia del protagonismo que fue adquiriendo su participación en la revista. Myrta Carlén lo acompaña en la coordinación, y como colaboradores figuran Leonardo López, Félix Coluccio, Luis Córdoba, Alberico Mansilla, Ramón Víctor Cañizares y Arnoldo Pintos.

Desde junio de 1975 (nº 246) dejan de figurar los nombres de todos los responsables de la redacción de Folklore. Salvo dos editoriales firmados por Myrta Carlen (nº 249 y 251), el resto de las publicaciones aparecen sin firma. En marzo de 1976 (nº 256) el formato de la revista se reduce nuevamente a 26 x 20 cm., como en su primera etapa. Comienza así la cuarta y última etapa de Folklore, con Marcelo Simón como director, cuya firma reaparece a partir de septiembre de 1976. En un editorial firmado por “Nosotros, los de Folklore” que se publica por el 15º aniversario de la revista, se mencionan como colaboradores a Marta Guerci, Miguel Díaz Vélez, Hugo Alarcón, Luis Benito Zamora, Roberto Romera Escalada, Héctor Ángel García, Leonardo López, Adriana Estévez, Lalo Márquez, Rolo Klempert, Arnoldo Pintos, Alma García; a Ernesto Prat como diagramador, y al histórico Marcelo Nieto en fotografía.

A partir del nº 286, Blanca Rebori sume como directora, con Alma García y Juan Sasturain en la redacción. Poco después, asumen, primero Daniel Pla (nº 208), y después Carlos Groisman, quien dirigirá la revista hasta su último número aparecido en julio- agosto de 1981, cuando se cumplía el 20º aniversario de la publicación.

En Folklore se publicaron importantes notas que tuvieron amplia repercusión. Atahualpa Yupanqui, por ejemplo, además de enviar notas de sus viajes a Japón en la serie “Del Algarrobo al cerezo” o los relatos de “La Tierra hechizada”, publicó por entregas “El Canto del Viento” que después reuniría en un libro de gran difusión. Lo mismo pasaría con los textos del investigador Carlos Vega quien, además de publicar artículos sobre Danzas y Canciones Folklóricas, e Instrumentos musicales envió puntualmente sus “Apuntes para la Historia del Movimiento Tradicionalista Argentino” que fueron reunidos más adelante por el Instituto de Musicología que lleva su nombre. Juan Draghi Lucero aportó sus notas tituladas “Panorama Histórico Folklórico de Cuyo” y Félix Coluccio, una serie de artículos sobre “Fiestas, costumbres y ceremonias argentinas” así como páginas de su conocido Diccionario Folklórico Argentino.

Folklore dio gran importancia a la actividad folklórica de todo el país a través de corresponsales tan prestigiosos como el poeta Víctor Abel Giménez en Mar del Plata, César Perdiguero en Salta, Roddy Koy en Rosario, Juan Carlos Soria en la Rioja y colaboraciones puntuales de Alberico Mansilla, Edgard Romero Maciel y muchos más. A su vez, Claudio Cosentino y Arnoldo Pintos publicaron tutoriales de enseñanza de la guitarra, y Pedro Berruti, artículos para el aprendizaje de las danzas nativas.

A lo largo de los años, la Editorial Honegger emprendió varios proyectos complementarios como fueron la aparición del Gran Manual del Folklore, en 1964, un volumen de 700 páginas que incluía una selección de temas a cargo de renombrados especialistas, y una bella Antología poética ilustrada que tuvo gran repercusión y largas ediciones. Produjo también obra discográfica con la producción de cuatro discos, 66 Danzas Folklóricas, a cargo de Juan de los Santos Amores y su Conjunto Nativo. Dentro de estos proyectos complementarios se incluye la filmación y proyección de la película Cosquín, amor y folklore, con Elsa Daniel y Atilio Marinelli, que algunos críticos consideraron como fallida.

El proyecto inicial de la digitalización completa de la revista Folklore fue iniciado hace más de una década con el objetivo de que alguna instancia oficial le diera un formato accesible a la mayoría de Instituciones educativas, escuelas de Folklore, bibliotecas, y otros organismos. Se trató de un trabajo colectivo en el que participaron Jorge Rojo Luque, Daniel Carrera Osorio, Emilio Portorrico, Darío Raris y Roberto Collado Rocco.

de Ahira - Archivo Histórico de Revistas Argentinas

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