Atencio Paredes
EN LA PEÑA DE DON ATENCIO
!Peña de don Atencio Paredes!
La invitación ya está hecha. Entremos a ella
El nombre y el lugar tienen atracción de intimidad, de intimidad hogareña, de tierra nuestra.
La peña –no es una peña más la de don Atencio Paredes— ya nos franqueca el umbral de su sortilegio, y don Atencio Paredes -un dueño de casa argentinazo de ley— se apresta a hablarnos con el idioma mis fraterno y universal que imaginar se puede: el de la música autóctona.
Empiezan a rasguear las guitarras. El bombo estira su parche en un anticipo de llanura pampeana.. Y don Atencio Paredes, hechicero musicante, volverá a demostrar una vez más su señorío de ritmos y melodias. Esta peña es apenas un rinconcito perdido en la Patria grande, pero en ella la Patria entera se aprieta y estira como un ramillete de hierbas fragantes.
El desfile iníciase maravillos. Los carnavalitos saltarines bajan apresurados por las quebradas para traernos su mensaje de alegría pura y simple. Las zambas ondulan su nostalgia. Juega en el aire la picardía de las chacareras . Todo el vasto repertorio de temas y de géneros que hacen del Folklore argentmo uno de los más ricos del mundc abre y desplpiega el abanico de sus tesoros tonales y poéticos. El espectáculo ha comenzado y una magia extraña absorbe al oyente, como si cada uno de nosotros quedase sugestionado bajo el cielo de la cruz del sur o por el quebradizo misterio de los valles y serranías.
Alguna vez el musicólogo trazará la historia de nuestras peñas. Evocarlas implicará deteterminar el itinerarto de un nuevo descubrimiento del suelo y del alma naciona]. Una vez, hace muchos años, el tango significó la conquista de la ciudad por el suburbio. Las peñas son índice de una empresa mayor la de la compenetración del ser argentino con su propia entraña. Un simple escenario en un local modesto, a veces en un subsuelo, o una pista a aire libre, ofrecida para la felicidad de los bailarines, hacen el milagro de acortar distancas y de acercar al coplero anónimo con el hombre de la ciudad que con su empaque de estandarizada civilización o su gusto influenciado por tanto envío musical foráneo no adviertr siempre que en una fugaz canción popular puede escuchar la esencial voz profunda que sabe expresarlo y proyectarlo. Asi han sido y son las peñas: un vehículo de constante hermandad y testimonio de presencia de una magnífica realidad musical.
Muchísimas son las peñas diseminadas a lo largo y a lo ancho del país. ¿ Cómo sintetizarlas y simbolizarlas? He aquí, para ello, la de don Atencio Paredes que por añadidura, resume en si algo más que el folklore común, porque es músico que sabe compaginar armónicamente tendencias y tradiciones en una suene de amalgama moderna, en donde el pasado se funde con la actualidad remozada y fresca
En la peña de don Asencio Paredes -!lindazo el apelativo! no?— nuestra existencia nacional halla su cifra de máxima expresión nativa, pero, a la vez, esta vertida con una galanura y una agilidad contemporánea que no sólo satisface las preferencias de la juventud, sino que demuestra la perdurabilidad y vigencia de un temario musical que, desde el trasfondo de la colonia, magnetiza las fibras de la emoción en una unidad de destino, de comprensión y de canto. En su esquemático escenario, lo tradicional surge en su rama prístina, mas con el ropaje suntuosamente sencillo de nuestros dias, sin ponchos desteñidos, sin barrocas indumentarias de especitáculo barato. Aqui todo es hondo, auténtico y moderno.
Hondura, autenticidad y modernidad. Tres palabras que reflejan cabalmente lo que significa la actuación de don Atencio Paredes con su piano maravilosamente ritmico y comunicativo, La precisión del fraseo y la fluidez del sonido compiten en el asombro, en tanto que la sucesión de las composiciones se rige por una selección estética de primer orden, reveladora de excepcional elegancia musical. A veces la linea original queda ampliamente estilizada incluso y es entonces, más que nunca, que el intérprete hace gala de la autoridad con que se introduce en el folklore para hacer del mismo una especie de recreación. Todo esto es lo que ha hecho y sigue haciendo de él un artista de excepción, que al par que traduce su maestría de traductor de sentimiento popular, dignifica en alto grado el valor del cancionero autóctono.
Con este “Long-Plav” de gran perfección técnica que edita el sello MUSIC HALL, el prodigio de su peña estará permanentemente a nuestro alcance, pasa solaz de entendidos y prof anOs.
Esta es su peña, la suya y la nuestra, y -afirmémoslo rotundamente— es la peña de la peñas.
JUAN RIBAS
Atencio Paredes
EN LA PEÑA DE DON ATENCIO
Music Hall 12144
01. GUITARRA TRASNOCHADA (Zamba) - Arsenio Ismael Aguirre
02. CUECA DEL RELOJ (Cueca) - Sergio Villar
03. CUANDO UN SANTIAGUEÑO CANTA (Chacarera) (Dr E. Marcos Sastre, Alberto Castelar
04. AÑORANZAS (Chacarera) - Julio A. Jeréz -
05. VIVA JUJUY (Bailecito popular jujeño) - Recopilación Rafael Rossi
06. NARANJITAY (Carnavalito) - Versión y Armonización Villar
07. ZAMBA DEL GRILLO (zamba) - Atahualpa Yupanqui
08. EL TUPUNGATINO Gato) - Juan Larenza, Hilario Cuadros
09. PETROLERA! (Zamba) - Alberto Sauad, Guillermo Villegas
10. CIELITO DEL PORTEÑO (Cielito) - Manuel y M. Roberto Abrojos, - A. Navarrine
11. DEL TIEMPO I’ MAMA (Zamba) - Rodolfo Giménez (Polo)
12. EN TIEMPO DE MALAMBO (Malambo) - Salvador D’Angelo
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lunes, 28 de noviembre de 2016
Atencio Paredes - EN LA PEÑA DE DON ATENCIO
a las 12:43
Etiquetas: Atencio Paredes
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