Graciela Susana
RECITAL DE TANGOS
La siguiente nota periodística fue realizada en Tokyo (Japón), por Malami Takaba crítico musical de límpida trayectoria; conocedor profundo de los aspectos más sobresalientes de la verdadera historia, de nuestro tango, Pertenece a la redacción de la excelente publicación mensual "La Música Iberoamericana". Es traductor público nacional de los idiomas castellano e inglés (egresado da la famosa Universidad de Tokyo).
Cuando el cantante melódico más popular del Japón, Yoichi Sugawara, presentó a GRACIELA SUSANA al público que colmaba totalmente las instalaciones del Teatro "Kosei Nenkin Kaikan" - el más grande e importante de Tokyo -, y ella apareció cantando aquellas inolvidables estrofas "Si supieras, que aún dentro de mi alma..." con el marco musical del maestro Masaichi Sakamoto, corrió por toda la sala aquella electricidad emotiva que no se puede explicar pero que se siente. Al finalizar su primera interpretación, "La Cumparsita", el público rompió su silencio con una fuerte ovación.
Ovación, aplausos... estas palabras son lugares comunes. Pero hay aplausos por compromiso, aplausos para no quedar mal, y hay aplausos que nacen sin pensar. . . Cuando termina una interpretación, hay una pausa de un décimo de segundo. Un silencio muy breve pero profundo, momento de suspenso donde el público queda como desmayado, atolondrado, herido por la invisible flecha emocional del intérprete. Y pasado ese brevísimo corto circuito del sentido, estallan los aplausos.
Así eran y serán siempre, los aplausos para GRACIELA SUSANA en Japón.
En su primer recital en Japón, (19 de diciembre de 1971), Graciela cantó como siempre, con su arte tan exquisito, tangos del ayer actual y del hoy eterno, desde Enrique Santos Discépolo hasta Héctor Negro, desde Juan Carlos Cobián hasta Astor Piazzolla. Y también cantó, acompañándose en guitarra, canciones del repertorio folklórico argentino. Todo lo hacía con su modalidad tan peculiar, sincera y llegadora.
No voy a gastar más tinta en adjetivos calificativos porque ustedes conocen la ductibilidad interpretativa de Graciela.
Sólo quiero dejar constatada una cosa; y es que no existen barreras idiomáticas cuando se trata de una verdadera artista
como GRACIELA SUSANA.
Otra sorpresa para todos los japoneses que escuchamos a ella, fue lo perfecto que dominaba el idioma japonés.Su pronunciación, entonación, interpretación son tan auténticas y hermosamente niponas que llegó a grabar en Tokyo,un long
play completo de canciones modernas en nuestro propio idioma (en japonés, por supuesto). Fenómeno nunca ocurrido con ningún artista extranjero. No piensen en el castellano de Nat King Cole; el japonés de GRACIELA SUSANA es una cosa muy seria. (Perdón, no tengo nada contra el malogrado artista de color, soy su ferviente admirador). Confieso que me caían lágrimas al escuchar una canción japonesa interpretada por Graciela. Y vi a mucha gente pasar por la misma situación; periodistas, comentaristas, artistas y público anónimo.
De eso no hace falta explicación, todo es bien claro.
Es que GRACIELA SUSANA nació para sentir las palabras, no importa el idioma, y transmitirlas al público que las percibe con unción.
En el trato que he tenido con muchos extranjeros, supe que ustedes tienen una imagen ideal de la mujer japonesa. Japonesita
de pelo lacio y ojos grandes, con una eterna sonrisa suave y tierna, silenciosa con el fuego de la pasión oculta, humilde y fiel compañera... Siento mucho decir la verdad, pero esa "japonesita" ya casi no existe en Japón, o, ¿existió alguna vez? Ahora bien, me alegró muchísimo y después sentí celos de los argentinos al descubrir que GRACIELA SUSANA, en otra faz de la artista, es una japonesa en el verdadero sentido de la palabra. Esta adolescente, aunque nació en Villa Crespo y cante tangos, tiene todas las cualidades humanas para ser una pura japonesa ideal y legendaria. ¿No le parece?
La presencia de GRACIELA SUSANA fue un gratísimo acontecimiento, que unió una vez más los vínculos culturales de Argentina y Japón, por vía del tango. Ya no tengo nada más que pedir (con gentil permiso de ustedes) a esta cabal intérprete del misterio, que vuelve pronto a Japón, donde ya tiene el contrato sin término firmado por todos los corazones anónimos que sintieron su voz para nunca olvidarla después.
Tokyo,1972Cuando el cantante melódico más popular del Japón, Yoichi Sugawara, presentó a GRACIELA SUSANA al público que colmaba totalmente las instalaciones del Teatro "Kosei Nenkin Kaikan" - el más grande e importante de Tokyo -, y ella apareció cantando aquellas inolvidables estrofas "Si supieras, que aún dentro de mi alma..." con el marco musical del maestro Masaichi Sakamoto, corrió por toda la sala aquella electricidad emotiva que no se puede explicar pero que se siente. Al finalizar su primera interpretación, "La Cumparsita", el público rompió su silencio con una fuerte ovación.
Ovación, aplausos... estas palabras son lugares comunes. Pero hay aplausos por compromiso, aplausos para no quedar mal, y hay aplausos que nacen sin pensar. . . Cuando termina una interpretación, hay una pausa de un décimo de segundo. Un silencio muy breve pero profundo, momento de suspenso donde el público queda como desmayado, atolondrado, herido por la invisible flecha emocional del intérprete. Y pasado ese brevísimo corto circuito del sentido, estallan los aplausos.
Así eran y serán siempre, los aplausos para GRACIELA SUSANA en Japón.
En su primer recital en Japón, (19 de diciembre de 1971), Graciela cantó como siempre, con su arte tan exquisito, tangos del ayer actual y del hoy eterno, desde Enrique Santos Discépolo hasta Héctor Negro, desde Juan Carlos Cobián hasta Astor Piazzolla. Y también cantó, acompañándose en guitarra, canciones del repertorio folklórico argentino. Todo lo hacía con su modalidad tan peculiar, sincera y llegadora.
No voy a gastar más tinta en adjetivos calificativos porque ustedes conocen la ductibilidad interpretativa de Graciela.
Sólo quiero dejar constatada una cosa; y es que no existen barreras idiomáticas cuando se trata de una verdadera artista
como GRACIELA SUSANA.
Otra sorpresa para todos los japoneses que escuchamos a ella, fue lo perfecto que dominaba el idioma japonés.Su pronunciación, entonación, interpretación son tan auténticas y hermosamente niponas que llegó a grabar en Tokyo,un long
play completo de canciones modernas en nuestro propio idioma (en japonés, por supuesto). Fenómeno nunca ocurrido con ningún artista extranjero. No piensen en el castellano de Nat King Cole; el japonés de GRACIELA SUSANA es una cosa muy seria. (Perdón, no tengo nada contra el malogrado artista de color, soy su ferviente admirador). Confieso que me caían lágrimas al escuchar una canción japonesa interpretada por Graciela. Y vi a mucha gente pasar por la misma situación; periodistas, comentaristas, artistas y público anónimo.
De eso no hace falta explicación, todo es bien claro.
Es que GRACIELA SUSANA nació para sentir las palabras, no importa el idioma, y transmitirlas al público que las percibe con unción.
En el trato que he tenido con muchos extranjeros, supe que ustedes tienen una imagen ideal de la mujer japonesa. Japonesita
de pelo lacio y ojos grandes, con una eterna sonrisa suave y tierna, silenciosa con el fuego de la pasión oculta, humilde y fiel compañera... Siento mucho decir la verdad, pero esa "japonesita" ya casi no existe en Japón, o, ¿existió alguna vez? Ahora bien, me alegró muchísimo y después sentí celos de los argentinos al descubrir que GRACIELA SUSANA, en otra faz de la artista, es una japonesa en el verdadero sentido de la palabra. Esta adolescente, aunque nació en Villa Crespo y cante tangos, tiene todas las cualidades humanas para ser una pura japonesa ideal y legendaria. ¿No le parece?
La presencia de GRACIELA SUSANA fue un gratísimo acontecimiento, que unió una vez más los vínculos culturales de Argentina y Japón, por vía del tango. Ya no tengo nada más que pedir (con gentil permiso de ustedes) a esta cabal intérprete del misterio, que vuelve pronto a Japón, donde ya tiene el contrato sin término firmado por todos los corazones anónimos que sintieron su voz para nunca olvidarla después.
Masami (Ramón} Takaba
Graciela Susana
RECITAL DE TANGOS
TOKIO 1972
Diapasón EL 4058
01. CARRILLON DE LA MERCED - tango - Alfonso Le Pera, Enrique Santos Discépolo
02. YIRA YIRA - tango - Enrique Santos Discépolo
03. CAFETIN DE BUENOS AIRES - tango - Enrique Santos Discépolo - Mariano Mores
04. CAMINITO - tango - Coria Peñaloza, Juan de Dios Filiberto
05. LA CANCION DE BUENOS AIRES - tango - J. M. Romero, A. Maizani, O. Cuffaro
06. PARA CANTARLE A MI GENTE - milonga - Héctor Negro, Osvaldo Avena
07. A MEDIA LUZ - tango - E. Donato, C. C. Lenzi
08. LA CUMPARSITA - tango- G. M. Rodríguez, E. P. Maroni, P. Contursi
09. EL CHOCLO - tango - A. G. Villoldo, Marambio Catán, E. S. Discépolo
10. LA MOROCHA - tango - E. Saborido, A.Villoldo
11. QUEDEMONOS AQUI - tango - Homero Expósito, Héctor Stamponi
12. SOMOS HOY - canelón - Héctor Negro, Osvaldo Avena
FICHA TECNICA :
Producción: Global Records Co.
Grabado en: Tokyo, Japón
Asesor Musical: Tomohide Shiromura
Director Musical: Masaichi Sakamoto
Nota contratapa: Masami Takaba
Foto portada: Yosbio Nakanishi
Fecha de grabación: Enero de 1972
Descargar
No hay comentarios:
Publicar un comentario