domingo, 1 de septiembre de 2019

TIEMPOS VIEJOS



En el tango, desde sus nacientes públicas a principios del siglo XX, hubo la intuición de que algo trascendente había comenzado.
Los diversos enfoques sobre orígenes y evolución aclaran que esa historia del tango era un viento consolidado, y no solo de cabotaje sino mundial.
Es habitual dividir esta historia en décadas, por ser más cómodo para ubicar sus hechos, protagonistas, estilos y obras.
Pero hay otras formas. El maestro José Ortega y Gasset nos enseñó que el gozne sobre el que se apoya el devenir histórico son las generaciones. Una cada 15 años, sin darle a las fechas rigor de cortina metálica.
De ese ritmo con que devienen las generaciones, surgen las épocas del tango, que reciben de sus protagonistas su estilo y sus propensiones.
Las generaciones en el tango resultan ser como naciones en el tiempo, cada una con su perfil, sus gustos, su bandera, fracasos y creaciones.
Entre 1880 y 1895 ocurre la prehistoria del tango. Bailes en el Prado Español de Recoleta, adaptando pasos de media caña o mazurka al primitivo modo de bailar el tango. Se escuchan los primeros tríos de violín, flauta y guitarra, tomados del género chico de Madrid. Y se presenta “La Estrella”, primera milonga bailada en un escenario.
Títulos como “Andate a la Recoleta”, “El tango de Menegilda”, “Dame la lata”, o “No me tires con la tapa de la olla”, surgen de esa mezcla de tangos españoles, habaneras, milongas, milongones y pretangos.
Entre 1895 y 1910 se da la eclosión, hoy conocida como la época de la guardia vieja.
Nace el tango criollo para piano y aparece el bandoneón en los conjuntos.
Los pioneros Villoldo y los Gobbi graban discos en París.
Los protagonistas fueron Villoldo, Campoamor, Mendizábal, Maglio, Grecco, los Gobbi, Bevilacqua, Saborido y la Rubia Mireya.
“El entrerriano”, “El Porteñito”, “El sargento Cabral” son algunos de los títulos de entonces.
Otros:
El Sargento Cabral, de Manuel Campoamor, por la Guardia Republicana de París, 1907.
Mordeme la oreja izquierda, de Eugenio Alarcón, por la Banda Española, 1908.
Zeta club, de Rosendo Mendizábal, por la Orquesta del Teatro Apolo, 1908.
El pechador, de Angel Villoldo, 1909.
El purrete, de José Luis Roncallo, por la Banda de la Policía de BsAs, 1909.
La bicicleta, de Angel Villoldo, por su autor en canto y Manuel Campoamor en piano y castañuelas, 1909.
El porteñito, de Angel Villoldo, por Andrés Viviani y orquesta, 1909.
Gran Hotel Victoria, de Feliciano Lataza, por la Estudiantina Centenario, tres bandurrias y guitarra, 1910.
La morocha, de Enrique Saborido, por un organito callejero, 1974.
Joaquina, de Juan Bergamino, por Manuel Campoamor en piano, 1911.
Rosendo, de Genaro Vazquez, por la Orquesta Greco, 1911.
Don Juan, mozos guapos, de Ernesto Poncio y Alfredo Gobbi, por este último en canto y orquesta, 1911.
Incendio, de Arturo De Bassi, por la Orquesta Greco, 1911.
Minguito, de Jacker y Alfredo Gobbi, por Flora Gobbi en canto y orquesta, 1911.
A mí, manís, de Alfredo Gobbi, por la Banda municipal de la Ciudad de BsAs, 1911.
Armenonville, de Juan Maglio, por la Orquesta Típica Pacho, 1912.
Venus, de Alfredo Bevilacqua, por la Orquesta Típica Pacho, 1912.
El estribo, de Vicente Grecco, por la Orquesta Típica Grecco, 1912.
Y…La montura, de Genaro Espósito, por la Orquesta Típica Tano Genaro, 192.

En la primera década del siglo XX surge como nueva tendencia en el tango la Orquesta Típica.
Pero hasta 1915 era común la ejecución de tangos a cargo de Bandas como…
…la de la Policía de Buenos Aires;
…la de los Regimientos 1º y 5º de Infantería;
…la Municipal de la Ciudad de Buenos Aires;
…o la Fanfarria de la Guardia de Seguridad de Caballería.

Del mismo modo, continuaron haciendo tangos la Rondalla Criolla Columbia, la Rondalla del Gaucho Relámpago, la Filarmónica Criolla, y las que dirigían Próspero Cimaglia y Alfredo Bevilacqua.
Pero el tango que iba imponiéndose, era el de las Orquestas Típicas.
Con instrumentos diferentes respecto de bandas y rondallas, y con más integrantes que los tercetos antiguos.
Cada Orquesta Típica tenía su director.
Los nombres que empezaron a tallar fueron los de Vicente Greco, Juan Maglio, Genaro Espósito…
… Eduardo Arolas, Augusto Berto, Arturo Rubinstein, Roberto Firpo, Francisco Canaro y Vicente Loduca, entre otros.

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