Los Cantores del Alba
CONJUNTO FOLCLORICO SALTEÑO
Cuando es anunciada la aparición de un nuevo conjunto artístico en el ambiente de la música popular, la inquietud de quien recibe conocimiento de la noticia, suele ser por las semejanzas o conexiones de estilo que pueden existir con otros que ya se han adentrado en la aceptación pública.
La preocupación tiene su fundamento y es muy común en la esfera del folklore, y más tratándose de agrupaciones del tipo constitutivo de "LOS CANTORES DEL ALBA", ya que el éxito sostenido y espectacular de algunos números promueve, generalmente, una riesgosa tendencia imitativa.
Ante la presentación que ahora nos toca realizar desde el disco de "Los CANTORES DEL ALBA", alguien podría también plantear una pregunta análoga. Y complacería que fuera formulada, porque permitiría adelantar una sorpresivo respuesta, en cuyos términos breves cabría condensar el mérito esencial de este conjunto y la piacentera satisfacción con que el sello "MUSIC HALL" lo lanza a la difusión general. La afirmación rotunda será ésta: "LOS CANTORES DEL ALBA" no se parecen a nadie. Tal vez, ni a ellos mismos. "LOS CANTORES DEL ALBA" son el trasunto de valores que están más allá de los perfiles individualizables, y es por eso que aportan una contribución ciertamente inédita al enriquecimiento de nuestra música autóctona. Paradójicamente se revelan, por eso mismo, con una personalidad inconfundible. No imitan, ni quieren imitar. Sienten y cantan, y nada más. Su autenticidad es tal que se muestran sin artificios en la alta órbita de una verdadera creación interpretativa. No nos llegan por caminos transitados en demasía. Abren sendas de tierra virgen, para que el alma del pueblo descubra el secreto de lo frescura de sus valles y admire la belleza de sus quebradas recónditas.
Ante la presentación que ahora nos toca realizar desde el disco de "Los CANTORES DEL ALBA", alguien podría también plantear una pregunta análoga. Y complacería que fuera formulada, porque permitiría adelantar una sorpresivo respuesta, en cuyos términos breves cabría condensar el mérito esencial de este conjunto y la piacentera satisfacción con que el sello "MUSIC HALL" lo lanza a la difusión general. La afirmación rotunda será ésta: "LOS CANTORES DEL ALBA" no se parecen a nadie. Tal vez, ni a ellos mismos. "LOS CANTORES DEL ALBA" son el trasunto de valores que están más allá de los perfiles individualizables, y es por eso que aportan una contribución ciertamente inédita al enriquecimiento de nuestra música autóctona. Paradójicamente se revelan, por eso mismo, con una personalidad inconfundible. No imitan, ni quieren imitar. Sienten y cantan, y nada más. Su autenticidad es tal que se muestran sin artificios en la alta órbita de una verdadera creación interpretativa. No nos llegan por caminos transitados en demasía. Abren sendas de tierra virgen, para que el alma del pueblo descubra el secreto de lo frescura de sus valles y admire la belleza de sus quebradas recónditas.
Son cuatro voces juveniles, muy juveniles. Apresurémonos a pronunciar sus nombres: Gilberto Vaca -el mayor de los cuatro, un prematuro jefe de hogar con apenas 23 años de edad-, Tomás Campos -sensibilidad de gama expresiva inconfundible, con mucho de angustia telúrica-, Javier Pantaleón -estudiante de derecho bien ganado para el arte folklórico y algo así como la encarnación de la propia desolación mitológica de la baguala- y Alberto R. González Lobos, actualmente bajo banderas, en cuya voz grave resuenan sordas vibraciones milenarias.
¿Cómo y cuándo se reunieron estos cuatro copleros para lograr la feliz conjunción de "LOS CANTORES DEL ALBA"? Aquí es necesario citar a alguien que obró con generosidad catalizadora. Su nombre nada dirá, acaso, a quien no haya estado alguna vez en su Salta natal legendaria. Es Guillermo Velarde Mors. No habrá, en cambio, salteño alguno que no lo conozca, lo aprecie y lo admire. Personaje popular por antonomasia, cortésmente tratado casi siempre más que por su sonoro patronímico por un diminutivo cariñoso, fusión de tradiciones señoriales y de ímpetus indígenas por ideales nobles y desinteresados, fue él quién supo comprender el mérito individual de los actuales integrantes de "LOS CANTORES DEL ALBA" , y los instó a consubstanciarse en propósitos y esfuerzos, proporcionándoles iniciativas y estímulo y brindándoles la aglutinante y envidiable cordialidad de su casa solariega, centro de peñas y veladas que atesoran la vieja y honda cultura salteña. Suyo fue, igualmente, el bautizo artístico, bajo la ritual emoción de la copla que los cantores adoptaron como saludo musical:
¿Cómo y cuándo se reunieron estos cuatro copleros para lograr la feliz conjunción de "LOS CANTORES DEL ALBA"? Aquí es necesario citar a alguien que obró con generosidad catalizadora. Su nombre nada dirá, acaso, a quien no haya estado alguna vez en su Salta natal legendaria. Es Guillermo Velarde Mors. No habrá, en cambio, salteño alguno que no lo conozca, lo aprecie y lo admire. Personaje popular por antonomasia, cortésmente tratado casi siempre más que por su sonoro patronímico por un diminutivo cariñoso, fusión de tradiciones señoriales y de ímpetus indígenas por ideales nobles y desinteresados, fue él quién supo comprender el mérito individual de los actuales integrantes de "LOS CANTORES DEL ALBA" , y los instó a consubstanciarse en propósitos y esfuerzos, proporcionándoles iniciativas y estímulo y brindándoles la aglutinante y envidiable cordialidad de su casa solariega, centro de peñas y veladas que atesoran la vieja y honda cultura salteña. Suyo fue, igualmente, el bautizo artístico, bajo la ritual emoción de la copla que los cantores adoptaron como saludo musical:
"Las aves cantan al alba,
yo canto al amanecer. . . "
Lo demás es historia aun más reciente, resumida en este "Long-Play", Un "Long-Play" -por lo demás de impecable calidad técnica- que tiene el honroso privilegio de hacer conocer desde el centro cosmopolita de Buenos Aires a "LOS CANTORES DEL ALBA" para irradiar la riqueza de nuestro repertorio norteño hacia los cuatro puntos cardinales del país y ayudado a traspasar fronteras nacionales y extranjeras, en un mensaje de leyenda y de historia, de nostalgias y de ritmos, de gracia y de poesía elementalmente populares.
Forzoso es referirse ya a otra virtud de "LOS CANTORES DEL ALBA": el de la originalidad y valimiento de los temas interpretados. Con excepción de alguna que otra composición, como "LA FELIPE VARELA" -de inclusión obligada por su aceptación clásica y a la cual, no obstante, infunden un relieve difícilmente comparable-, la mayoría de las restantes son sorprendentes novedades, extraídas algunas del riquísimo venero de los motivos anónimos. Mencionemos, al azar, y por síntesis, la tierna canción de cuna "EL HUACALITO" -una encantadora joya-, la nostálgica "ZAMBITA PARA MI ESCUELA", la descriptiva canción "EL SERENO" y la traviesa zamba "LA SALAMANCA", con su diabólica leyenda que hacía y hace aún temblar y persignarse a las ingenuas gentes de los villorios y caseríos cordilleranos. Para qué seguir con el comentario puntualizador. Guste el poseedor de este disco, de por sí, cada una de sus selecciones. Se solazará, sin duda, al tener la certeza de hallarse ante intérpretes de deslumbrante adolescencia artística que desde la distante Salta, que apenas si abandonan fugazmente para alguna que otra jira o para satisfacer exigencias de grabaciones, dispersan en alas de su canto espontáneo y
estremecido, la vibración picaresco, retozona o quejumbroso de la entraña vernáculo. Escuchémoslos con la devoción de un peregrinaje al alma misma de la nacionalidad. Oigamos, con ellos, el eco de valles perfumados y sierras agrestes, de arroyos recatados, de grutas embrujadas, de noches mágicas, del viento heroico que prosigue sembrando acentos musicales en la tierra fragosa y en los recuerdos.
A las muchas gratitudes que corresponde testimoniar a Salta en diversos aspectos, habrá que añadir, desde hoy, el de haber dado paternidad a músicos populares de la validez y de la alcurnia de "LOS CANTORES DEL ALBA".JUAN RIBAS
Los Cantores del Alba
CONJUNTO FOLKLORICO SALTEÑO
Music Hall 12106
1958
01. LOS CANTORES DEL ALBA - baguala - motivo popular
02. PETROLERA - zamba - A. Sauad, G. Villegas
03. MONTONERO AREQUIPEÑO - aire de cueca - motivo popular
04. ZAMBITA PARA MI ESCUELA - zamba - Hnos. Albarracín
05. CAMINO A LOS VALLES - canción - A. Yupanqui
06. LA CIENEGUEÑA - chilena salteña - B. F. Cardozo
07. LA FELIPE VARELA - zamba - J. J. Boetelli, J. Ríos
08. ZAMBA DE UN CANTOR - zamba - J. J. Botelli
09. BLANCA AZUCENA - vidala serenata - arreglo de Los Cantores del Alba
10. EL HUACALITO - canción de cuna - A. Abalos
11. EL SERENO - canción - G. Bermejo
12. EL TURAY TURAY - zamba - R. A. Carrizo
13. LA SALAMANCA - zamba - A. Dávalos
14. LOS CANTORES DEL ALBA - baguala - motivo popular
http://www.mediafire.com/?1fcwg7m93kg43
2 comentarios:
VOCES DEL CAMINO ES UN RITMO FOLCLORICO FANTASTICO NUNCA HABIA ESCUCHADO ALGO PARECIDO SON LO MÁS
SON LOS MEJORES VOCES DEL CAMINO TE ADORAMOS YO Y MI FAMILIA .
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