Esta música antañona, un mucho melancólica y agreste, fue la que inauguró las viejas discotecas que alimentaron los primeros programas de radio. Anduvo por los caminos "enfondada", metida en misteriosos aparatos que desgranaban tristezas en las tiendas camineras y perpetuo nombres queridos que reviven en esta pastas modernas gracias al milagro de la técnica que aún no ha podido, sin embargo, borrar del todo esas huellas que dejaron las agujas de los antiguos aparatos y que reviven en el típico "scratch", garantía de su antigüedad por otra parte punto.
Sus dejos tristongos, sus guitarras y emociones no llevan al encuentro de voces y de nombres que tuvieron inmensa significación hace años a pesar de que de muchos se ha perdido todo vestigio.
Están Jorge Escudero y Plasencia, posiblemente el mismo Flavio Plasencia, mexicano, alumno del conservatorio de su país, con quien hizo el cantor peruano un dúo tan celebrado como los mejores de su tiempo. Y los argentinos y Llamas y Barroso con un tema vinculado íntimamente a la historia de Espinosa y Bedoya, que casi seguramente aprendieron durante una temporada en Medellín. Y los uruguayos Marina y Sarandí, que dieron la espalda a la ópera para engrandecer la música popular de América. Y Briceño y Añez como pareja así como el primero de ellos, Alcides Briceño hace un dúo con Anita Villate Quevedo, colombiana quizás. Vuelven dos duetos que centralizaron el favor de los aficionados al disco en la década del 40: Ospina y Martínez, antioqueños, y los ecuatorianos Rubén y Plutarco Uquillas, hoy olvidados en su mismo país, y los celebrados Luis Valente y Miguel Cáceres.
Los Cerrillanos, de Chile, los Hermanos Barrientos, sureños también, el celebérrimo José Maria de Hoyos con su conjunto América y un hoy olvidado trío mexicano, contribuyeron también a este delicioso recordar. A este retornar por viejas emociones. Al regreso al pueblito perdido, a la plaza engalanada de domingo, aguardentera y feliz, a la extracción del ferrocarril montañero que envolvió nuestros sueños adolescentes.
Es grato compartir todo esto, y dejar constancia del agradecimiento que debemos a los colaboradores de estos discos antañones que los hace imposible con su rescates, su asesoría en la programación, su colaboración con antigua pastas imposibles en el mercado regular. Ellos son, entre otros: Armando Villamizar Torres, de Bucaramanga, Camilo Alvarez, Guillermo León Hernández, Gustavo Escobar Vélez, Mario Ramírez (Cachaco) y muchos otros que conforman la gran familia de "las antañonas"
HERNAN RESTREPO DUQUE
LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA Vol. 13
Preludio
Medellín - Colombia
1984
01. Jorge Escudero y Flavio Plasencia - TAN MIA Y TAN AJENA - F. Paredes Herrera, Erenesto Sandoval V.
02. Trío Melodías Mejicanas (Herrera, Quiroga y González) - ESCUCHA MIS QUEJAS - Dominio Público
03. Dúo Llamas, Barroso - INEXPLICABLE (AMAR EN SILENCIO) - Abel de J. Salazr, Fco. Bedoya
04. Marina y Sarandí - NUNCA VUELVAS A AMAR - F. Paredes Herrera
05. Alcides Briceño y Jorge Añez con la Estudiantina Añez - TROVA - Medardo, A. Silva, F. Paredes Herrera
06. Luis Valente y Miguel Cáceres - CON QUE ME PAGAS - Dominio Público
07. Alcides Briceño y Anita Villate Quevedo - GOLONDRINA - Guillermo Quevedo Zorzona
08. Los Hermanos Barrientos - POR AMOR CANTAN LAS AVES - Re. R. Rojo Silva
09. Manuel Ospina y Samuel Martínez - VOCES FUNERARIAS - Dominio Público
10. José Ma. de Hoyos y su Conjunto América, cantan Hoyos y Vera - RASGUEANDO - Julio Jérez
11. Ruben y Plutarco Uquillas "Los Riobambeños" - DESILUSION - Arr. R. Uquillas
12. Los Cerrillanos - ALTERNANDO CON EL DESTINO - Eduardo Murillo
Descargar
Aporte de Maximino Toñanez, enviado por César Fabio Tabarez Hernandez
No hay comentarios:
Publicar un comentario